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EL COMERCIO SEXUAL EN LA CASA DE CAMPO

La policía desmantela una red que captó a 40 rumanas para prostituirlas en la Casa de Campo

Al fin libres. Cuarenta rumanas, a las que una red obligaba a ejercer la prostitución, han sido rescatadas tras una espectacular redada en tres pisos y un club de Madrid. Los 15 supuestos miembros de la organización que introducía ilegalmente en España a las mujeres fueron detenidos hace una semana y puestos en libertad condicional dos días después. La mujeres, siempre según la policía, ejercían la prostitución bajo amenazas de muerte en la Casa de Campo y en un hostal de la carretera de A Coruña. Las víctimas, cuyas denuncias permitieron la redada, llegaban con la idea de trabajar en la hostelería.

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Tres de los supuestos miembros de la red están acusados por la policía de maltratar y violar a las mujeres, de entre 20 y 30 años, a las que esclavizaban. Dormían de día en habitaciones cerradas bajo llave y eran escoltadas, al atardecer, a la Casa de Campo. Allí eran vigiladas por varios integrantes de la red. Los miembros de la organización entregaban a las mujeres un papel con las siguientes tarifas: 5.000 pesetas el servicio completo y 3.000 pesetas la felación. A tenor de la declaración de las mujeres, llegaban a hacer 15 servicios diarios. Todo el dinero que obtenían era entregado a la red, que lo sacaba fuera de España, siempre según la información facilitada por la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Las mujeres, cuidadosamente elegidas en la región rumana de Galati por su aspecto físico, eran traídas a España bajo engaños y promesas de un buen puesto de trabajo en establecimientos hoteleros y negocios turísticos. A cambio tenían que pagar 3.000 dólares (unas 500.000 pesetas).

Documentación falsa

A las víctimas se les facilitaba un pasaporte húngaro y documentación falsa. Ninguna se podía imaginar las condiciones de vida que les aguardaban. La mayoría viajó a España en coche. Cuando pasaban la frontera era retenidas y, bajo todo tipo de coacciones y amenazas, obligadas a prostituirse. Al llegar a Madrid, según el relato policial, eran trasladadas al hotel Olimpo, de Collado Villalba, situado en el kilómetro 39 de la carretera de A Coruña, y un piso de Aluche. El supuesto cabecilla de la organización es Dezso F., conocido como Sile, de 35 años. La policía sostiene que dirigía todos los pasos de la red desde su domicilio en Milán (Italia). Éste fue localizado cuando llegó de visita a Madrid. Llevaba pasaporte y permiso de conducir húngaros falsos. Los otros cerebros de la red son, según la policía, Fernec Janos K., alias Vila, de 26 años, encargado de controlar a las mujeres en la Casa de Campo, y Nikolaus A.G.S., alias Niku, de 43, cuya misión era trasladar a las mujeres a España y recoger el dinero que obtenían. A Sile, Vila y Niku la policía les imputa, además, un delito de inmigración ilegal.

Ciprian Mihail T., de 31 años, controlaba presuntamente a las víctimas y falsificaba los documentos. El único español de la red es Miguel Ángel L.S., de 46 años, encargado del hotel Olimpo donde fueron rescatadas 20 jóvenes rumanas. En este establecimiento fue arrestado también Sorin Octavian N., de 25 años, y Gabriela K., de 26 años, supuestamente encargada de vigilar a una de las jóvenes.

Los restantes detenidos, según la policía, tenían un papel secundario y disponían de pasaportes húngaros, polacos y rumanos. Todos los supuestos integrantes de la red fueron detenidos tras una larga y minuciosa operación policial llevada a cabo por el Grupo VI de la Brigada de Extranjería y Documentación. Cuatro detenidos fueron localizados en el centro comercial de Aluche, donde mantenían una reunión; el resto fue arrestado en el aeropuerto de Barajas. La organización poseía pisos en las calles de Carlos Fuentes y de Seseña, en Madrid, y en la urbanización Soto del Rey.

La policía decomisó en la operación 3 automóviles, 14 pasaportes, 9 carnés de conducir, 3 millones de pesetas y diversos documentos. El pasado fin de semana pasaron a disposición judicial en Collado Villalba. Fueron puestos en libertad condicional.

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