_
_
_
_
_
EL BÚHO REAL

La mirada penetrante

Cuando observamos a los animales solemos fijarnos en alguna característica que nos atraiga, ya sea por su colorido, por sus movimientos o por sus hábitos y costumbres. Es una forma de apreciar todo aquello que nos rodea. En el caso de encontrarnos, casualmente, con la silueta y los ojos del búho real, la sensación es difícil de describir, quizá por la sorpresa y fascinación que nos produce, especialmente por su mirada penetrante. Primero, su intensa mirada, que nos analiza en profundidad, y luego su plumaje, que intenta pasar desapercibido en el ambiente en el que vive. Sus ojos tienen estos días una mirada todavía más intensa porque los huevos del nido están eclosionando y nacen los pollos. Es ese orgullo del que tiene la obligación de criar a sus hijos y de protegerlos ante todos los peligros que les pueden acechar, tanto de noche como de día. En los cortados calizos granadinos, cerca de los campos de olivares, la escena tiene ese color especial de nuestra reina de las aves rapaces nocturnas, que con su moteado marrón y negro y sus intensos ojos naranjas nos recuerda que la primavera va caminando de forma imparable hacia el verano.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_