El diseñador autocrítico

Para Yves Zimmermann, una de las funciones del diseño es ofrecer un servicio a la comunidad. Servicio al cliente que encarga su trabajo, y servicio al público al que va dirigido el mensaje para que entienda lo que se le pretende transmitir. Por estas razones, el creador suizo, afincado en Barcelona desde 1961, cree que el diseñador tiene que tener una continua actitud crítica sobre sí mismo y su trabajo. Esta tarde se inaugura en la Sala Tandem (Enric Granados, 86-87) una exposición que recoge su trayectoria mediante la exhibición de los trabajos realizados por Zimmermann -premio Nacional de Diseño en 1995- junto a su equipo y que, en gran parte, han pasado a formar parte del imaginario colectivo de la ciudad. Así, pueden verse diseños de imagen corporativa de entidades como el RACC, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, la Fundación Miró y Catalana de Gas. Trabajos de diseño de packaging de productos como el gel Avena Kinesia, las colonias Estivalia, los turrones Lacasa, los perfumes de Carolina Herrera y Paco Rabanne, las cervezas Damm y los pañales Dodot. Y, por último, el diseño editorial para Gustavo Gili -editorial de la que es responsable de la colección de diseño gráfico-, Taurus y la revista On Diseño. Para acercar al espectador al cada vez más complejo proceso de reflexión que exige un diseño, la exposición presenta un caso práctico de resolución de un problema de comunicación sígnica. En el acto de inauguración de la exhibición, abierta hasta el 20 de julio, se presentará el libro Del diseño, escrito por Zimmermann y publicado por Gustavo Gili.- J. V.