Estreno electoral de la Feria

Un vendedor ambulante, apostado en la esquina entre las calles Pepe Luis Vázquez y Joselito el Gallo del Real de la Feria de Sevilla, le comentaba ayer a un proveedor de bebidas: "ésto ya está como el Rocío, todos los años los almonteños saltan la verja un poco antes y aquí las casetas se llenan cada vez más temprano ". Y no iba desencaminado el feriante. Cada edición de la gran fiesta de la capital andaluza empieza a disfrutarse con mayor antelación. La excusa de los sevillanos de darle los últimos toques a la caseta un día antes de la apertura oficial con el alumbrao, sirve como inicio de una larga semana llena de diversión. Los políticos no fueron menos. Era difícil. Las elecciones municipales a un paso y el corazón encogido ante la posible decisión de adelantar los comicios autonómicos por parte del presidente de la Junta, Manuel Chaves, llevaron a los partidos a realizar diferentes actos en cada caseta y no esperar que la alcaldesa hispalense, la popular Soledad Becerril, accione el interruptor de las 200.000 bombillas que iluminarán el recinto ferial. Los que más se adelantaron fueron los socios de gobierno de la alcaldesa, el Partido Andalucista. En un alarde de anticipación, los militantes y simpatizantes del andalucismo celebraron el pescaito, la tradicional comida tras la inauguración de la Feria, el sábado, dos días antes de la fecha original. El PSOE se trajo ayer al universo flamenco hasta su caseta, y es que faltaban pocos representantes del mundo del cante y del baile: Cristina Hoyos, Paco Taranto, el Nano de Jerez, Manuel Mairena, Jesús Heredia, y más, muchos más se tomaron la primera copa de manzanilla en la caseta socialista. El candidato a la alcadía de Sevilla y presidente de la Diputación sevillana, Alfredo Sánchez Monteseirín, calificaba la "anticipación en la celebración como la dinámica de un nuevo PSOE". Mientras, el ex jugador del Betis, Rafael Gordillo, comentaba con el número tres de la lista socialista a la alcaldía sevillana, Emilio Carrillo, su niñez en el barrio del Polígono San Pablo. Los últimos visitantes fueron los diseñadores Victorio y Lucchino. Los populares recibieron en su caseta a la secretaria general de Asuntos Sociales y posible candidata a la Junta de Andalucía, Amalia Gómez. Estaban los 105 alcaldables de la provincia de Sevilla. Todos alrededor de Amalia, que se dejaba querer y se lanzó por sevillanas a pesar de estar enferma. El secretario general del PP de Sevilla y candidato a la Diputación, Ricardo Tarno, no se separaba de ella. En todas las casetas políticas el tema de conversación era el secreto de Chaves. Entre lance y lance de sevillanas, sentados a la mesa compartiendo una botella de manzanilla o paseando por las calles del Real, los feriantes políticamente activos se devanaban los sesos en diferentes tribulaciones a cerca de la fecha más deseada y el juego del sí-no de Chaves. Un edil del consistorio hispalense trataba de improvisar una letra para unas sevillanas - "todo un éxito para este año ya vereis"- que versaban sobre el tema: " Me encontré con Chaves, salerito, que me dijo la verdad, toma ya, el 13 na de na...". Izquierda Unida fue la única formación política que no participó en esta fiebre colectiva de prelación por la Feria. La razón era la fiesta que por tercer año consecutivo celebró, durante todo el fin de semana, el Partido Comunista de Andalucía en Córdoba. La Feria no ha empezado todavía pero la Sevilla política ya está en el Real. Las elecciones obligan.