ALFONSO ASCUNCE PINTOR "Color y forma tienen la misma importancia y son inseparables"

En la pintura de Alfonso Ascunce (Pamplona, 1964) no se adivina una primacía de la forma o el color; ambos aparacen igualmente destacados, fundidos en un elemento único en las paredes de la Galería 16 (plaza del Buen Pastor) de San Sebastián. El artista expone en esta sala hasta el próximo 22 de mayo sus obras más recientes aglutinadas en las series Cultivo y Captura. Durante el montaje de la muestra, Ascunce aclaraba su filosofía sobre este extremo: "El color y la forma tienen la misma importancia, se simbiotizan, son inseparables. No hay un diseño previo de ninguno de los dos, van desarrollándose al mismo tiempo". Por lo menos, en sus cuadros. En sus obras se citan "lo lineal y lo estructural, la arquitectura del espacio y lo orgánico, lo vegetal". Ascunce ha evolucionado dentro de una misma reflexión. "Mi trabajo", afirma, "es muy circular. Los temas que me interesan son siempre los mismos: el tiempo, la memoria, la cultura de la pintura". Si hay algo que le atrae especialmente de este arte es su inmediatez. "La pintura", afirma, "es un medio directo, tiene fisicidad". En sus lienzos se repiten las casas dentro de su particular investigación sobre la arquitectura, los vegetales en primer plano como lo orgánico y, en el fondo, referencias a lo humano que el espectador debe detenerse a apreciar. "La figura humana está en cada milímetro del cuadro, aunque no se perciba". También existen alusiones a la idea de Dios como algo inaprensible en la serie Captura, que incluye 11 lienzos de mediano formato. "No es el pintado por Miguel Ángel como figura en la Capilla Sixtina, sino que me aproximo a esta idea como lo desconocido, lo misterioso". Ascunce ha trabajado distintas disciplinas antes de dedicarse por completo a la pintura. Estudió dibujo, cerámica y diseño de interiores en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona y completó su formación con diversos talleres de pintura. Ahora en su obra priman la escultura y el óleo sobre lienzo, "un medio absolutamente tradicional", que no le impide permanecer a su manera en la vanguardia de las evoluciones técnicas y científicas. "No utilizo el ordenador para pintar, sin embargo, incorporo a mi obra las ideas de disco duro y plotter". Le interesa lo que tiene que ver con la informática y con lo cinematográfico, pero se siente demasiado "bien como pintor" como para abandonar el pincel. Ascunce expone en San Sebastián con su particular aval en otra disciplina: la escultura. El artista, que ya ganó en 1995 el primer premio Pamplona de escultura para jóvenes, logró recientemente por unanimidad del jurado el Premio de la I Bienal de Escultura de Estella, dotado con dos millones de pesetas, por su obra El guardián. Esta pieza de grandes dimensiones será instalada en breve junto al polideportivo de su ciudad.