El PP despliega una ofensiva contra Borrell para contrarrestar el impacto de los casos que le salpican

El PP afrontó ayer con un contraataque dirigido al PSOE las últimas revelaciones sobre los casos Zamora y Tenerife y las noticias sobre el polémico comportamiento administrativo y fiscal del ministro portavoz, Josep Piqué. El partido en el Gobierno desplegó a sus portavoces en todos los ámbitos posibles para arremeter contra el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Borrell.El primero que salió al cuadrilátero en que se convirtió ayer el Congreso de los Diputados fue el portavoz del PP en la Cámara baja, Luis de Grandes, quien aludió a "la insolvencia y el liderazgo aciago" de Borrell y advirtió de que el PP no está satisfecho con las explicaciones que ha dado el candidato socialista sobre sus relaciones con la empresa Enisec, que fundó en 1979 y que luego, años más tarde, ha tenido relaciones y contratos con las Administraciones, tanto del PSOE como del propio Partido Popular.

Poco antes, el PP ya había amenazado, en el seno de la subcomisión que investiga la subvenciones dadas por el Ministerio de Industria en la actual etapa de Josep Piqué (PP), con pedir datos sobre sociedades en las que Borrell participó en su día. Luego fue el propio De Grandes el que exigió al líder socialista que aporte más datos sobre su relación con Enisec para "hacer luz".

El portavoz del PP llegó a comentar que su partido no pretende, en este caso, "prejuzgar nada", sino aclarar una serie de "dudas razonables sobre una apariencia de ilegalidad".

En este contexto de ofensiva, De Grandes recordó incluso las actuaciones de dos responsables de la Agencia Tributaria en Cataluña, cuando Borrell era secretario de Estado de Hacienda, supuestamente implicados en cobros injustificados del Grupo Torras. De Grandes presumió una relación de ambos con Borrell de "amistad estrecha", y sostuvo que este escándalo del Grupo Torras trasciende el ámbito catalán y se extiende al europeo.

El dirigente del PP justificó esta dura posición contra José Borrell en que sus propios parlamentarios se la habían requerido. Y en parte era verdad. En la reunión del pleno del grupo popular con su secretario general, Javier Arenas, el diputado catalán del PP Manuel Millán lamentó que sus jefes no hubieran utilizado hasta ahora este caso contra el candidato socialista. Nadie insistió, pero la propuesta de Millán tuvo rápido eco en de Grandes.

Ya por la tarde, y sin que estuviera previsto, el PP comunicaba que su portavoz oficial, Rafael Hernando, daría una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. Hernando acudió a la hora esperada e intentó exponer únicamente una nueva declaración del partido contra Borrell. En ese momento el interés del PP se centraba en denunciar que el candidato socialista no había cerrado convenientemente la denuncia que había hecho su entorno más íntimo ante una supuesta ofensiva de Hacienda contra el candidato socialista. Éste se sintió objeto de una extraña y politizada inspección fiscal porque la Agencia Tributaria le había reclamado unos datos. Pero el lunes pasado dio por cerrado el caso al anunciar que había atendido el requerimiento del fisco y que éste se había dado por satisfecho con sus explicaciones.

Hernando no lo ve así. Su partido, dijo, no admite que Borrell dé por cerrado ese "numerito" sólo porque él así lo manifieste. El portavoz del PP añadió que el candidato tendrá que contestar exactamente por qué alguno de sus colaboradores afirmó que era objeto de una inspección fiscal cuando no era así, y le requirió que diga exactamente qué datos le había pedido la Agencia Tributaria. En su opinión, esas aclaraciones son las que "esperan los españoles".