Un concierto a la carta
Julio Iglesias se empleó a fondo en México. El cantante actuó el pasado sábado ante 10.000 personas en el auditorio nacional de la capital azteca después de 10 años sin pisar los escenarios mexicanos. Fue un concierto a beneficio de la fundación infantil México Unido, además de la última actuación prevista en el contrato que el cantante tiene con la Generalitat para promocionar los productos valencianos. Fueron dos horas y media de concierto -una hora y media más de lo que ha sido habitual en anteriores misiones comerciales de la Generalitat- en las que hizo un repaso a todo su repertorio: "Ahora voy a cantarles lo que he aprendido en los últimos 30 años". El cantante alternó las canciones más recientes con sus éxitos más antiguos, los más celebrados por el público, que pagó entre 600 y 1.000 pesos (entre unas 9.000 y 15.000 pesetas) por escucharle. Inevitablemente sonaron las canciones Hey!, Natalie y Manuela entremezcladas con su Ae, ao y los tangos de uno de sus últimos discos. Conquistar al público mexicano no fue fácil para Julio Iglesias, tal vez porque llevaba años sin actuar para ellos o sencillamente porque el público ansiaba escuchar sus primeras canciones -De niña a mujer, Gwendoline, entre otras-, y su deseo no se vio cumplido hasta casi el final del concierto. De hecho, más que bises el cantante ofreció un segundo concierto en el que repitió muchos temas que ya había interpretado antes. "¿Qué queréis que os cante?", preguntó en varias ocasiones, a lo que el público, sobre todo el que estaba en la parte alta del auditorio, respondió coreando los nombres de algunos de sus viejos temas. Pero Julio no estaba dispuesto a abandonar el escenario sin ganarse a los mexicanos, quienes le amonestaron varias veces por cantar en inglés - "¡En castellano!", pedían-. La actuación acabó siendo un concierto a la carta. El artista echó mano de canciones tan antiguas, que no interpretaba desde hacía muchos años, que en varios momentos el público le tuvo que ayudar a recordar alguna parte de las letras. Mariachis El cantante salpicó el concierto de breves intervenciones, en las que sobre todo pidió a México que cuide de sus niños y arrancó una gran ovación de las mujeres al asegurar que México es "un matriarcado, lo mejor del país", dijo el artista. "Ustedes saben que nosotros los latinos somos muy diferentes a los del norte; primero construimos las casas y luego hacemos las calles", bromeó Julio. "Nos movemos de un modo peculiar, especial", dijo durante los primeros compases de uno de sus tangos. "El tango lo bailamos en vertical pero lo sentimos en horizontal", añadió. Los mariachis aparecieron en el escenario cuando sonaron las primeras notas de Jalisco, un guiño del cantante al público mexicano. Un grupo de niños, algunos de ellos acogidos al programa de rehabilitación infantil de la organización benéfica México Unido, actuaron como teloneros de Julio Iglesias pero le robaron algunas de sus canciones y abrieron el concierto con una versión de La vida sigue igual. Presidente por un desliz Durante los diez minutos anteriores al inicio de la actuación se proyectó un vídeo sobre las bondades de la Comunidad Valenciana en las dos grandes pantallas situadas a ambos lados del escenario y el consejero de comercio de la Generalitat, Diego Such, que por un desliz del presentador se convirtió en presidente de la Comunidad Valenciana, recibió una placa conmemorativa de la fundación. En una de las zonas del auditorio se habían instalado tres paneles, uno por cada provincia de la Comunidad, a modo de presentación de la diversidad del territorio valenciano. Aunque no se facilitó una cifra oficial, fuentes de la Generalitat aseguraron que la recaudación neta del concierto ascendió a 25 millones de pesetas, que serán los que se donarán íntegramente a la fundación benéfica infantil. La misión institucional y comercial de la Generalitat a México D.F. continuará hoy con un desayuno de trabajo en el que participarán los empresarios valencianos y el consejero de Comercio, en el que está previsto que se presente un balance de la visita. Por la tarde, el Impiva abrirá un encuentro para la cooperación bilateral técnica en el que participan 16 institutos tecnológicos valencianos. A la reunión asistirán empresarios mexicanos interesados en la tecnología desarrollada en la Comunidad. Este será el último acto de la misión institucional en la ciudad de México antes de su regreso a Valencia, previsto para mañana.
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