Ciclistas de la provincia de Sevilla hacen una fiesta para pedir más carriles-bici

"No nos gusta el ruido, ni los humos, ni la velocidad si nos impide saludar al amigo. Preferimos circular leve y silenciosamente. No contaminamos, ni aumentamos la dependencia energética del país". Este es parte del catecismo de los ciclistas urbanos que ayer se reunieron en el Parque del Alamillo de Sevilla llegados desde varios puntos de la provincia para reivindicar más carriles-bici en la ciudad y más respeto hacia los que circulan en bicicleta por la vía pública. Varias asociaciones han organizado esta segunda edición del Día Metropolitano de la Bicicleta que congregó a los ciclistas en el Parque del Alamillo donde se entregó al delegado de Obras Públicas de Sevilla, Manuel Vieira, uno de estos vehículos para que comprobara las ventajas de circular sobre dos ruedas. Era el acto simbólico pensado para llamar la atención a los responsables municipales en cuya mano está mejorar las condiciones de la ciudad para facilitar el tráfico a este tipo de vehículos. Los responsables de la organización reservaron un recinto vigilado para que los participantes en la marcha pudieran dejar a buen recaudo su bicicleta y pasar un día de campo. Así pues, se organizó una fiesta campestre para los participantes y para los que pasaran la mañana del domingo en el parque, en la que, después de un almuerzo, se pudo escuchar música céltica a cargo del grupo Conjunto Armónico. Se organizaron 22 itinerarios procedentes de otros tantos pueblos de la provincia que confluyeron en las calles de Sevilla hasta llegar al parque.