Nacionalismo
Palabra surgida con la efervescencia romántica del siglo XIX y que, tras emponzoñar el XX, amenaza, en los comienzos del XXI, con seguir enloqueciendo conciencias y siendo causa de crueles guerras y matanzas.Da igual que sea el vasco, el serbio, o que se manifieste de forma tribal en cualquier país africano. La humanidad debería tomarse en serio aprender a desterrar esa palabra, o si no dejar de utilizar ese absurdo término de globalización, pues lo universal no consiste sólo en nociones de economía, mundiales de fútbol y canales de televisión, sino en que todos los seres humanos participemos en un proyecto común.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.