Sergio García empata

Llegado el hoyo cuatro, Tiger Woods se acercó a Sergio García, con el que compartía partido, y le dijo: "Tranquilo muchacho, yo también me fui a la izquierda en el uno el año que gané aquí, no pasa nada". Ya en el hoyo 11 del primer día del Masters Sergio García, un castellonense de 19 años, debutante en Augusta, se acercó a Tiger Woods, le dio una palmada en el hombro y le dijo: "Tranquilo Tiger, los ocho golpes (triple bogey) que has dado en el ocho son un accidente. Seguro que en esta vuelta lo haces de cine". Así es Augusta, así es el golf y así es Sergio García, el fenómeno. Tiger se recuperó y Sergio, según confesión propia, entró en una especie de nirvana ("no sentía nada, estaba más relajado que nunca en mi vida, hasta me asusté y así se lo dije a mi caddie, es decir, a mi padre") que le condujo a una paz de espíritu y de conciliación con la vida. El duelo más esperado entre los dos pistoleros más rápidos, el caliente David Duval y el frío Tiger Woods se quedó en el aire por culpa de una tormenta que retrasó una hora el horario y forzó la suspensión de algunos partidos.Sergio García, el esperado, ni anonadó al exigente público de Augusta ni defraudó a los que en él han puesto todas sus apetencias. Su juventud no resultó más penalizada que la veteranía de otros, y su audacia marca de la casa tampoco salió malparada en comparación con la prudencia de los demás. Sufrió (como Tiger Woods) y gozó (ídem). Terminó empatado con el campo (como Woods), 72 golpes que le dejaban a tres de los líderes (Chamblee, Love y McCarron) al cierre de esta edición. José María Olazábal iba, con 70, a un golpe de los primeros; Jiménez, después de navegar gran parte de la jornada bajo el par se vio condenado, por un error-bogey en el 18, al 72, y Ballesteros terminó con 76 (+4).

Sergio García entró derrapando en la pista, pasándose de frenada (bogey en sus dos primeros hoyos), antes de olvidar los tembleques, digerir el duro trago, ajustar su velocidad a las características del campo, asentarse en la pista y empezar a sacar partido de su gran calidad (birdies en los dos primeros hoyos de la segunda parte).

Olazábal entró prudente, marchando a un ritmo lento, lo que proporcionó a sus seguidores unos primeros nueve hoyos de juego táctico, que dirían los futbolistas (un bogey en el tres contrarrestado con un birdie en el siete); después, la paciencia ofreció su recompensa en golpes, con un eagle en el 13 como guinda gloriosa (le salió un drive en draw perfecto y metió un putt de 10 metros) y unos 70 finales como resultado más que satisfactorio en lo que respecta a la relación calidad-precio.

Ballesteros descubrió que su viejo conocimiento de Augusta (23 años jugando el Masters) le sirvió para contrarrestar sus déficit. Al lado de inevitables bogeys y dobles bogeys, el cántabro colocó un par de preciosos birdies para sumar un resultado al menos a la altura de su dignidad (un 78 de todas formas inferior a los 80 de Faldo, otro de la generación del 57).

Resultados

1.Scott McCarron (EE UU), Brandel Chamblee (EE UU), Davis Love III (EE UU), 69 golpes (-3). 4. José María Olazábal (España), Lee Janzen (EE UU), Colin Montgomerie (Escocia), Justin Leonard (EE UU), Jeff Sluman (EE UU), Andrew Magee (EE UU), 70 (-2). 10. Sandy Lyle (Escocia), Ernie Els (Suráfrica), Bob Estes (EE UU), Steve Pate (EE UU), Ian Woosnam (Gales), Joe Ozaki (Japón), Greg Norman (Australia), 71 (-1). 17. Sergio García (España), Miguel Ángel Jiménez (España), 72 (Par) (...) 80. Severiano Ballesteros (España), 78 (+6).