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GENTE

UNA BROMA DE MAL GUSTO

En una "fiesta de resurrección" con música discotequera, el virtuoso pianista austriaco Friedrich Gulda celebró el pasado sábado en la ciudad de Salzburgo su propia jugarreta. Unos días antes había enviado a la agencia de noticias austriaca APA la falsa noticia de su propio fallecimiento. Porque sus extravagancias se conocen ya de sobra, nadie se tomó en serio su supuesto infarto mortal. Pero la broma de mal gusto causó irritación, para regocijo del célebre intérprete de Bach y Mozart. "Sin duda alguna, Gulda es más listo que todos los idiotas a su alrededor", dijo el mismo Gulda al semanario News, como siempre sin escatimar elogios a su propia persona. Enemigo declarado del público convencional asiduo a la música clásica, el excéntrico pianista cultiva el desconcierto, unas veces actuando desnudo, otras sumando a sus exquisitos conciertos de piano ritmos "tecno" y el bailoteo de un puñado de chicas de las discotecas de Ibiza. Esta vez, al anunciar su muerte, Gulda quiso causar escándalo y disgusto para que en un futuro, cuando de verdad le llegue la hora, nadie le publique una necrológica. "Lo he conseguido: yo sigo vivo, pero ya estoy muerto para la opinión pública", dijo satisfecho. Recordó que "el juego con la muerte es una especialidad austriaca", entre las celebridades afines a lo macabro citó al escritor Thomas Bernhard y el cabaretista Helmut Qualtinger . El pianista asegura que no tiene ni le interesa tener amigos "me basta con mi mejor amigo, se llama Friedrich Gulda".-

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