"El descenso demográfico es una oportunidad para dar más calidad"

La Generalitat ha fichado a un sabio. Andreu Mas-Colell (Barcelona, 1946), el economista catalán con más proyección internacional, es desde ayer el nuevo comisionado para Universidades e Investigación. Catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y premio Rey Juan Carlos en 1989, Mas-Colell ha centrado su carrera en las mejores universidades norteamericanas: fue catedrático en Harvard entre 1981 y 1995, y anteriormente profesor de Economía y Matemáticas en Berkeley durante nueve años. Aunque ya ha tenido alguna experiencia en la gestión de recursos públicos -fue vicerrector de la UPF, universidad que ayudó a fundar-, Andreu Mas-Colell tendrá que dejar su tranquilo despacho universitario para enderezar una institución, el comisionado, que pasa por sus horas más bajas tras la destitución de su predecesor, Joan Albaigés, forzada por la presión de los rectores catalanes. Sabe que no lo tiene fácil. Por eso, antes de responder a cualquier interrogante, el catedrático da vueltas frente a su mesa, prolonga breves silencios y explica con cuidado cuáles son sus ideas sobre el camino que debe seguir la Universidad catalana. Políticamente independiente, pero "cómodo en el marco administrativo y político", reconoce, Mas-Colell tiene claro que su reto es aprovechar la bajada demográfica para dotar de mayor calidad a la educación superior. Pregunta. Todavía no ha tomado posesión del cargo, pero ¿podría avanzar algunas de sus ideas? Respuesta. La Universidad catalana ha pasado en estos últimos 10 años por un periodo difícil pero que empieza a ser superado: la masificación. A pesar de que nuestra Universidad se ha expansionado mucho, el descenso demográfico va a suponer una gran oportunidad. Es la hora de la calidad, la eficiencia y la competitividad. Para ello pido la colaboración de todos los estamentos universitarios. Se deberá corregir alguna cosa, pero ¿sabe la diferencia que hay entre enseñar a 80 personas o a 40? La capacidad educativa del profesor es muy superior. Los estudiantes harán más ejercicios y podrán desarrollar su capacidad expositiva. P. Pero en un principio no tiene demasiado tiempo puesto que las elecciones autonómicas serán el próximo otoño, y además los rectores le van a estudiar con lupa. R. No pienso hacer muchas cosas en poco tiempo. Actuaré de forma útil con la vista puesta en el horizonte, pero sabiendo que las cosas duran lo que duran. Me ofrezco a los rectores para colaborar plenamente como portavoz del sistema universitario y de investigación de Cataluña. Estoy a su servicio y al de toda la Universidad. P. ¿Qué planes tiene para la investigación? R. Cataluña ha avanzado mucho en los últimos 20 años. Lo importante es seguir aumentando la comunicación entre los centros de investigación de las universidades y el mundo de la empresa. P. Cataluña sólo dedica el 1% de su producto interior bruto a investigación, cuando en Europa se invierte mucho más. ¿Piensa hacer algo? R. No hay que pensar siempre que hay que estar en todo en las medias europeas. Lo más importante es que se gaste bien. P. ¿Piensa copiar algo del sistema universitario de Estados Unidos, que tanto conoce? R. Nuestro contexto es Europa y no creo en las transposiciones mecánicas, porque la realidad europea es muy diferente de la norteamericana. Pero se pueden aprender cosas. Aquí tenemos una tendencia excesiva a definir objetivos, a encorsetar todo lo que tiene que ver con la investigación. Yo creo más en definir los grandes objetivos y crear sistemas de evaluación, pero sin trocear el esfuerzo en pequeños proyectos que luego no son efectivos. P. Uno de los problemas que se va a encontrar es el del profesorado. Hay muchos profesores que trabajan en precario y se critica que en la promoción docente prima la endogamia por encima de la excelencia. ¿Cómo debe dar respuesta la futura ley de reforma universitaria? R. En España ha habido una buena política de estimular estudios de posdoctorado en el extranjero. Pero estas personas que luego han vuelto se han encontrado sin expectativas claras, sin salidas en el sector público ni en el privado. Esto hay que solventarlo y todavía debo ver qué soluciones se pueden aplicar. Tengo cierta edad y recuerdo bien el sistema anterior, que potenciaba los cuerpos funcionariales de profesores en poblaciones pequeñas, plataformas de docentes que se daban juego los unos a los otros. Aquello tuvo consecuencias nefastas y no hay que repetirlo. Hay propuestas de la ley de reforma universitaria que son un paso atrás porque representan la recentralización del cuerpo funcionarial de profesores. Hay que crear sistemas de incentivos que interesen a los departamentos universitarios para atraerse a los mejores candidatos y crear buenos equipos investigadores. P. ¿Continuará con la tarea de perseguir al ministro de Educación para que transfiera la competencia de las becas? R. Cataluña no recibe la parte proporcional que le corresponde en becas en función de la cantidad de estudiantes que tiene, y esto no puede ser. Además hay que estudiar cómo se dan estas becas, si muchas pequeñas o pocas grandes. El concepto de quién ha de recibirlas debe ser objeto de discusión. También hay que potenciar una política de créditos para que los jóvenes se puedan centrar en los estudios.