La discordia en la Mesa de la Judería retrasa la aprobación del plan especial
La Mesa ciudadana que convocó ayer la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga para llegar a un acuerdo acerca del plan de la Judería se constituyó con muchos problemas y reticencias, y con pocas perspectivas de éxito. Sólo quedó claro que la voluntad del equipo de Gobierno de llevar el proyecto al pleno de mañana no será posible, y que harán falta muchas sesiones de discusión. La oposición se quejó de que no se ha contado con la opinión de vecinos y propietarios.
Las primeras dos horas y media de la reunión se convirtieron en una lenta y repetitiva discusión sobre la representatividad de la mesa, antes de que pudiese constituirse. La creación de este órgano de discusión es un mandato del pleno municipal, que condicionó la redacción final del Plan Especial de Promoción y Reforma Interior (Pepri) de la Judería al acuerdo entre todas las partes. Al encuentro fueron convocados representantes de una veintena de instituciones y asociaciones, entre ellas los colegios de arquitectos y de ingenieros, la Cámara de Comercio, la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Málaga, la Fundación Museo Picasso, asociaciones de vecinos y propietarios. Pero según IU y PSOE, la convocatoria es aún insuficiente, porque no se tuvo en cuenta a todos los propietarios y afectados por el proyecto. El concejal de Urbanismo, Francisco de la Torre, explicó que la mesa queda abierta a la inclusión de nuevos interesados y que lo importante es empezar a discutir contenidos. Sólo cuando se aceptó su opinión, después de mucho discutir, los representantes del Colegio de Arquitectos comenzaron a exponer el proyecto que redactaron, que ofrece una alternativa más conservacionista al diseño inicial del Ayuntamiento, considerado "muy agresivo" y al que se presentaron más de 80 alegaciones. La propuesta alternativa reduce las demoliciones, y potencia una mayor integración de la Judería en el conjunto histórico de la ciudad. El PSOE propuso que cuando la mesa consiga un acuerdo se convoque un pleno extraordinario monográfico, en un plazo de entre 15 y 20 días. Pese a la falta de acuerdo, el pleno sí aprobará mañana el derribo de dos edificios colindantes al Palacio de Bella Vista que serán sede del Museo Picasso, aun cuando el plan que actualmente regula la zona no lo permite.
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