"No cambiaría ninguna de mis decisiones"
Manuel Santana, capitán del equipo español de Copa Davis, es una de las personas que mejor conoce esta competición. Es el tercer jugador mundial que más victorias ha logrado en este torneo (92 por 28 derrotas), sólo superado por el italiano Nicola Pietrángeli y por el rumano Ilie Nastase. Y es el español que más partidos ha disputado en la Copa Davis. La derrota frente a Brasil el pasado fin de semana fue también para él una fuerte decepción.Pregunta. ¿Cómo puede explicar que teniendo al número dos y al sexto mundial se pierda en primera ronda?
Respuesta. Porque el ránking no vale en la Copa Davis. Si no, ¿cómo se explica que Italia estuviera el año pasado en la final?. Si se mira el circuito y se analizan los resultados puede comprobarse que esas cosas ocurren. Un jugador que no está en su mejor momento puede perder con el 70º mundial, aunque esté entre los diez primeros. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana, Byron Black ganó a Philippoussis en la Copa Davis. Y entre los dos hay diferencia. Y Suecia, el campeón, perdió en la primera ronda. A nosotros nos ocurrió que Gustavo Kuerten llegó a Lleida en uno de los mejores momentos de su carrera y realizó unos partidos increibles. Jugó bien contra Corretja, pero desplegó su mejor juego ante Moyà.
P. ¿Sigue existiendo en España el síndrome Copa Davis?
R. Yo creo que no. Es evidente que en la Copa Davis hay más presión. Y es evidente que perder en la Davis adquiere mucha más trascendencia que en un torneo del circuito. Y eso provoca que algunos jugadores no rindan al mismo nivel.
P. ¿Eso les pasó a Moyà y Corretja?
R. Lo que es una realidad es que nos ha ganado el número 18º del mundo, y que nosotros tenemos al segundo y al sexto. Pero insisto en que eso ocurre a veces. Y eso no significa que acusen la presión de la Copa Davis. Creo que ambos son buenos jugadores, pero Kuerten jugó mejor.
P. ¿Pudo prepararse mejor esta eliminatoria?
R. Desde mi punto de vista, no. Los jugadores llegaron a Barcelona el miércoles anterior a la semana de la eliminatoria y comenzaron a jugar en tierra batida. Kuerten, en cambio, llegó más justo porque jugó las semifinales de dobles en Cayo Vizcaíno y fue el mejor.
P. ¿Es cierto que Corretja le dijo que no estaba en su mejor forma para la eliminatoria?
R. Sí. Al principio de la semana me comentó que no estaba al ciento por ciento. Pero el jueves, cuando volvimos a hablar, me dijo que seguía sin estar al 100%, pero que estaba ya al 95%. Y yo le respondí que, aún en estas condiciones, debía jugar porque confiaba ciegamente en él para que disputara los tres puntos, los individuales y el doble. Yo creo en Àlex porque me ha sacado muchas veces las castañas del fuego.
P. Eso puede inducir a creer que no confía en los dos jugadores restantes.
R. Yo creo que no. En el equipo todo el mundo era consciente de su papel. Si Àlex me hubiera dicho que iba cojo y que no podía jugar, lógicamente le habría sustituido. Pero si no, tenía que asumir su responsabilidad igual que Moyà. Son el sexto y el segundo mundiales y son los finalistas de Roland Garros y del Masters y yo no renunciaré a ellos, y menos jugando en casa y sobre tierra batida. No voy a inventar nada, porque si hago inventos y no acierto a lo mejor me mandan a casa.
P. ¿Algunas veces parece que le cuesta tomar decisiones que afectan a Corretja y Moyà?
R. Si debo hacerlo lo hago. Pero efectivamente hay dos jugadores que en estos momentos son los españoles mejor clasificados y los que deben jugar. Moyà es el número uno y en la próxima eliminatoria tal vez deba pedirle que dispute los individuales y el doble. Y estoy convencido de que lo hará. Porque no quería disputar los dobles, pero ahora ya está jugándolos en el circuito. Yo siempre he dicho que el número uno debe ser el líder del equipo, como ocurre en la mayoría de países. Brasil es una clara muestra. Kuerten disputa los tres puntos y es fundamental.
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