La gran noche de Antic
El regreso del preparador serbio al Calderón se apodera del trascendental Atlético-Parma
Radomir Antic es el indiscutible dueño de la jornada. Ni Valerón y su alegría recuperada, ni el Atlético en su conjunto, ni el Parma y su venenosa nómina de futbolistas, ni la ya de por sí poderosa dimensión de la competición. La noche es fundamentalmente de Radomir Antic, de su retorno, de su idilio con la hinchada. Todo a priori, claro, que luego un encuentro de ida de semifinales de la Copa de la UEFA (21.30, Antena3) puede vencer hacia cualquier rincón inesperado. Pero Antic gobierna la cita de antemano. Vuelve por todo la grande, en héroe redentor, al banquillo del que salió por la puerta de servicio hace diez meses. Se reencuentra con una hinchada que le venera de por vida desde la conquista del mítico doblete, que no le olvidó tras su despido, que coreó este mismo curso el célebre Radomir, te quiero cada vez que se aburrió, que llenará hoy el Calderón."Soy persona y tengo mis sentimientos", comentó ayer Antic sabiéndose el protagonista del día. "La mejor experiencia que puede tener un profesional es el apoyo del público a sus ideas. Me agrada lo que ocurre. Me siento respaldado. Mi sinceridad y mis ideas del fútbol están de acuerdo con el aficionado del Atlético".
Sigue el Atlético enredado en una crisis galopante, se juega ante el Parma esta noche por culpa de su terrible enfermedad liguera casi todos los beneficios del curso, pero ciertamente el colchonerismo se ha instalado en la euforia. Y esa confianza ciega no procede de la fiabilidad mostrada por los rojiblancos en las competiciones por eliminatorias, ejemplar tanto con Sacchi como con Aguiar: seis rondas superadas entre Copa del Rey y Copa de la UEFA; diez victorias y dos derrotas; 25 goles a favor, nueve en contra. El clima de fiesta lo ha desatado Antic, su sola vuelta. Por ahí, desde lo anímico, la reaparición del preparador del doblete sabe a bendición para el Atlético, un equipo peligrosamente deprimido en los últimos meses.
Pero la aventura de esta noche demanda más cosas que el entusiasmo. Fútbol, sobre todo. Y por ese costado se amontonan las dudas. La mejoría evidenciada el sábado en Riazor se situó básicamente en aspectos como la actitud, el ritmo frenético y la pelea. Pero el equipo siguió demostrando problemas con la pelota, la elaboración y el poder de desequilibrio. La plantilla del Atlético anda escasa de calidad. Antic no lo ve así: "En este tipo de partidos es necesario producir la jugada maestra, la jugada del campeón. Yo estoy tranquilo porque en esta plantilla hay jugadores capaces de hacerlo".
Cuando se le pidieron referencias, Antic señaló al duelo del sábado en Riazor. "La idea será la misma", afirmó. O sea, que el Atlético tratará de meter un ritmo infernal al choque, tirará su defensa unos veinte metros por delante de su área, presionará muy arriba e intentará dibujar un fútbol muy directo, frontal.
En cuanto a nombres, Venturín, el medio centro, saltará por obligación del once -no está inscrito en la Copa de la UEFA-. Su lugar lo ocupará probablemente Jugovic, que a su vez dejará a Roberto su puesto en una banda. Antic ensayó ayer otra variación -Lardín, como segundo delantero, en vez de Solari-, pero tras el entrenamiento la dio por imposible para hoy: "Lardín no está en disposición de jugar un partido que exige estar al ciento por ciento. No voy a echarle a los leones. Solari ha demostrado que aporta equilibrio al equipo y, sin duda, será titular". Jugovic, Santi, Baraja y Toni están a una tarjeta de la sanción.
Atlético: Molina; Aguilera, Santi, Chamot, Serena; Valerón, Jugovic, Juninho, Roberto; Solari y José Mari.
Parma: Buffon; Thuram, Sensini, Sartor; Fuser, Dino Baggio, Boghossian, Vanoli; Verón; Crespo y Chiesa.
Árbitro: Levnikov (Rusia).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.