Perfeccionemos la democracia
He escrito tengo cuatro premios nacionales y fui finalista del Mariano de Cavia y del Nacional de Literatura (ensayos políticos). Por salud me retiré hace 11 años. Tengo 71. He profesado Sociología en la Complutense. Os leo. Puedo discrepar de Javier Pradera, de Santos Juliá o de vosotros, pero respeto seriamente vuestra opinión. Ninguno tenemos el monopolio de la verdad o del progreso. Creo que vosotros, en el fondo de vuestro ser, queréis la unidad de España y habéis llegado a vuestra ideología democráticamente y en conciencia.Como yo, podéis equivocaros en cualquier presupuesto o premisa. Os leo con deleite y, con frecuencia, disiento o retengo lo mejor y me enriquezco. En el periódico del día 7 de marzo pasado he visto, con pena, el artículo de la sección de Maruja Torres. No era su día. Es malo literariamente, intenta gracias despectivas con Rouco y sus hermanos. Lastima al 90% de bautizados y al 53% de católicos practicantes. Se ríe, sin respeto, del año santo "tontostelano", fuente y leyenda de fe europea (y manantial de ingresos turísticos de nuestro importante sector). Carece de gracia y alimenta el anticlericalismo de una de las dos Españas. ¿No estábamos reconciliándonos? ¿Para qué sembrar, otra vez, enfrentamientos? Hace poco tiempo capto síntomas de trágicos recuerdos. Aparte de lo de Maruja, esta vez tan lejos del buen estilo de muchos en EL PAÍS (al que mi grupo reformista contribuyó con el 25%), oigo cosas que me estremecen. ¿Por qué Borrell habla de federalismo? ¿Leyó la novela de Galdós sobre la I República? ¿Por qué se evocó demagógicamente el "¡No pasarán!" en el último trecho de las elecciones del 96? ¿Por qué se usa la contumelia injuriosamente y se calumnia o difama sin base ni pruebas? Felipe hacía mejor la oposición, pese a dos equivocaciones importantes. ¡Pobre G. Pelayo! Pese a esos pasos tan lejanos del espíritu del 78, daba una impresión mucho más prudente. Los responsables de la lucha, lícita, actual, con la inteligencia de Borrell y su locuacidad dan la impresión de que esperan el poder del uso del Teorema de Thomas: "Si un hecho falso y, por la repetición, es tenido por verdadero, opera como verdadero". Ese teorema funcionó en la II República y en la guerra y posguerra civil en los dos bandos. No hace falta ese endemoniamiento: el poder volverá, turnante, a las dos grandes fuerzas de España. El candidato es muy joven. ¿Son muchos 4 u 8 años para quienes estuvieron plenamente en el poder 14? ¡Vayamos todos a mejorar las cosas como la realidad pide! ¡Perfeccionemos la democracia (me llevo muy bien con los socialistas-personas y tengo amigos y familiares en el socialismo)! ¡Cambiemos el pasado por un futuro mejor! Con todo respeto y afecto.-
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