El letargo de los 'topos'
Las grandes tuneladoras quedan paralizadas en espera de las obras del 'metrosur'
Han construido 23 kilómetros de túneles y, de momento, les ha llegado el tiempo de descanso. Las seis tuneladoras que han horadado el subsuelo de Madrid en la ampliación de la red de metro, bautizadas por el consejero de Obras Públicas con los nombres de La Chata, Almudena, La Adelantada, Paloma, Cibeles y Puerta del Sol, se encuentran la mayor parte de ellas desmontadas y en reposo. Un descanso que van a aprovechar la Comunidad y las empresas para acondicionarlas de cara al momento en que la promesa electoral del PP en la región, el metrosur, se convierta en realidad. Esa línea circular entre los principales municipios del sur estaba prevista a cielo abierto, pero el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón ha decidido que los trenes discurran bajo tierra: es decir, más de 36 kilómetros de nuevos túneles."Tengo mucho trabajo para ellas", afirma uno de los responsables de Metro con respecto a las tuneladoras. Pero, de momento, sólo una de esas máquinas capaces de horadar el subsuelo -de ahí su apodo de topos- y cubrir simultáneamente las paredes del túnel con planchas de hormigón tiene una oferta de trabajo firme: la línea del tren de cercanías a San Sebastián de los Reyes.
"Hemos encontrado agua en parte del trazado previsto y una de las soluciones propuestas es hacer el kilómetro y medio de túnel que discurre bajo Alcobendas con tuneladora. Estamos pendientes de las modificaciones que hay que hacer en la máquina y en el proyecto para ver si podemos utilizarla", explican en el Ministerio de Fomento. Para optar al contrato, La Adelantada ha rebajado sus tarifas. "Sale al mismo precio que el método belga (el túnel se abre como el de una mina), es más seguro para los trabajadores y el túnel queda precioso", dicen en la obra.
En espera de la decisión de Fomento, La Adelantada, que ha trabajado en las línea 7 y 8 del metro, espera desmontada como un inmenso puzzle en un solar cercano a Alcobendas. Con una cabeza de nueve metros y medio de diámetro, 115 metros de longitud y 1.500 toneladas de peso, se necesita unos 8.000 metros cuadrados para esparcir sus piezas. Su precio se equipara a su peso, unos 1.400 millones, y el coste de mantenimiento se sitúa en 200 millones. Así, La Almudena y la Paloma, dos gemelas construidas en Alemania que han trabajado en la línea 9, han estrenado tres juegos completos de dientes. "Cada juego tiene 190 dientes y cada diente cuesta 55.000 pesetas", explica Antonio Moreno, gerente en dos de las uniones de empresas que han construido el metro.
Cada una ha horadado unos 3,5 kilómetros y se amortizan cuando han hecho unos ocho. Les falta todavía trecho. Ahora, La Almudena y La Paloma descansan cerca de Seseña y San Sebastián de los Reyes en espera del concurso para el túnel "previsto entre Mar de Cristal y Nuevos Ministerios y el metrosur", señala Moreno. Entonces despertarán de su letargo.
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