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Vivir en euskera desde el deporte

Naiara Galarraga Gortázar

Prácticamente todos los deportistas que ayer arroparon a José Ángel Iribar debían ser unos retacos cuando el considerado uno de los mejores proteros de fútbol del mundo dijo adiós a sus días de profesional. En aquella época, 1979, El Chopo estaba ya muy comprometido con la lengua vasca. Tanto, que el dinero que recibió por el homenaje que puso fin a su laureada carrera deportiva en el Athletic de Bilbao lo invirtió en contribuir a la elaboración del primer diccionario del deporte en euskera. "Hoy hubiera hecho lo mismo", dijo ayer. Ese apoyo de décadas a la lengua que hoy es cooficial en Euskadi es el motivo por el que Iribar fue homenajeado ayer por la Korrika, la carrera popular bienal que organiza AEK (la Coordinadora de Alfabetización y Euskaldunización de adultos). El acto se celebró ayer por la mañana -justo antes de que Iribar portara el testigo durante un kilómetro- en un desangelado frontón del Casco Viejo bilbaíno. Iribar afirmó en la breve conferencia de prensa: "Quienes hemos apostado por vivir en euskera, queremos vivir en euskera en todos los ámbitos, también en el deporte". Él lo hace, según relató Bittor Alkiza, ex realista y hoy en las filas de los leones. Alkiza y cerca de una treintena de jóvenes deportistas acompañaron a Iribar en el homenaje. De chandal, como todos, y preparado para hacer algún kilómetro en favor del vascuence, Alkiza explicó que en los vestuarios de Lezama y San Mamés quienes saben euskera lo emplean habitualmente. Aseguró también que, de todos modos, el camino por recorrer es largo. "Como todos hablamos castellano, muchas veces acabamos hablando en ese idioma", se lamentó el joven Alkiza. Él es una de las cerca de 250 personas del mundo del deporte para quienes el ex portero rojiblanco "es ejemplo y símbolo de la unión del euskera y el deporte". Alpinistas, futbolistas, baloncestistas, pelotaris, balonmanistas, ciclistas, remeros, escaladores y periodistas deportivos, entre otros, definen así al ex portero en un documento en el que también asumen públicamente su voluntad de trabajar día a día en favor de la lengua vasca. Acompañado por gritos de "Kirola ere euskararen alde" (El deporte también está a favor del euskera), Iribar corrió un buen tramo de la Korrika por la Gran Vía bilbaína. La carrera concluirá hoy a las dos de la tarde en el centro de San Sebastián, tras haber recorrido más de dos mil kilómetros a través de Euskadi, el País Vasco francés y Navarra.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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