Inspectores de la UPV controlarán si el profesorado cumple con sus obligaciones
La Universidad del País Vasco (UPV) se afana estos días en encontrar a un profesor dispuesto a asumir una poco apetecible tarea: verificar si sus 3.500 compañeros docentes cumplen con sus obligaciones académicas. Quien acepte el ofrecimiento deberá controlar si los docentes se ajustan al horario estipulado y si se imparten las asignaturas comprometidas al inicio del curso. La Universidad quiere que este mismo curso se hagan las primeras visitas de inspección.
El Vicerrectorado de Profesorado, del que dependerá el servicio de inspección, baraja los nombres de varios profesores para el cargo. Pero lograr un sí se presenta como un empeño complicado. Incluso la vicerrectora, Miren Azkarate, lo reconoce, según el comunicado emitido ayer por la UPV: "Hay dificultades para que acepten esa responsabilidad, porque no es una tarea agradable". Las inspecciones aula por aula permitirán saber de primera mano cuál es el grado de cumplimiento del profesorado. Para los faltones está previsto desde llamarles la atención hasta incluir en su expediente un informe negativo sobre su profesionalidad. "Si se ve que el inclumplimiento es reiterado, habría que pensar en medidas disciplinarias", asegura. Hasta ahora los responsables de centros y departamentos se encargaban de hacer saber los incumplimientos exagerados. La vicerrectora está convencida de que con datos objetivos en la mano se destruirá esa imagen de que la plantilla docente se escaquea en cuanto puede, casos que califica de "mínimos y aislados". E insiste: "La creencia generalizada es que, a partir de mayo, están de vacaciones y que la gente aparece en clase cuando aparece... y eso no es así". Varios meses atrás el Tribunal Vasco de Cuentas había recomendado a la Universidad pública vasca a adoptar un sistema para controlar el horario de los profesores. La junta de gobierno aprobó, el pasado 3 de febrero, crear este sistema de inspección, en el que también habrá un inspector de servicios. Los centros estarán obligados a dar la información que los inspectores les requieran. De esta manera también se podrá conocer de manera precisa cuáles son las necesidades, o excedentes, de equipamiento, aulas de informática y demás, unos datos imprescindibles a la hora de elaborar la oferta docente de cada curso.
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