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Entrevista:

"Siempre he soñado con retratar a la Familia Real al completo"

Margot Molina

En 1987, cuando la movida de Madrid empezaba ya a formar parte del pasado, Bárbara Allende (Madrid, 1957), más conocida como Ouka Lele, fijó una de las imágenes que se han convertido en símbolo: Los leones de la Cibeles. Entonces Ouka Lele se zambullía en el barroco para hacer sus fotografías coloreadas; ahora se está despojando de artificio para llegar al color. La artista ofrece desde ayer un curso en la asociación cultural sevillana Taller del Aire. El centro, que funciona desde hace tres años como una alternativa a la Facultad de Bellas Artes, enseña también pintura, dibujo y modelado. Durante tres días, Ouka Lele iniciará a 23 personas, muchos de ellos pintores, en las técnicas que la han hecho famosa. Pregunta. ¿Se puede aprender algo que parece tan complicado en tres días? Respuesta. Esto es sólo como una especie de empujón. Una semillita que pones para que la gente siga. Yo les enseño las reglas básicas, después son ellos los que tienen que seguir. Es un proceso lento y los fotógrafos tienen una mentalidad de rapidez, así que suelen ser más receptivos los que vienen de Bellas Artes o tienen idea de pintura. P. Sus obras tienen una complicada puesta en escena, ¿no le ha atraído nunca trabajar para el teatro? R. Cuando veo mis fotos, sobre todo las del principio, me doy cuenta de que siempre he tenido una vena de teatrera y eso se nota en mi trabajo. La verdad es que lo único que he hecho es el cartel para Sueño de una noche de verano que montó Miguel Narros, pero no me importaría hacer algo de escenografía. P. ¿Cómo ha ido evolucionando en su obra la relación tan fuerte que mantiene con la pintura? R. Cuando empiezas sólo eres la suma de referencias de todo lo que ves, ahora, después de 20 años, miro más hacia dentro, hacia lo que yo siento. P. ¿A qué personaje público le gustaría retratar? R. Siempre he soñado con retratar a la Familia Real al completo y, después, hacer retratos de cada uno por separado. Pero ahora, me gusta cualquier rostro en el que la luz se pose. La cara se convierte en un paisaje que se puede recorrer, así que me da igual que la persona sea famosa o no. P. ¿Cree usted que la fotografía se ha sacudido ya el complejo de hermana pobre de la pintura? R. Sí, aunque hay gente que todavía no está muy segura, ha habido un boom y ahora da igual el material que se use, lo importante es que se haga con arte. P. Su fotografía de Cibeles se convirtió en un emblema de la movida, ¿cómo representaría ahora a Madrid? R. Yo no quería retratar Madrid, sino contar el mito griego de los dos leones. Hago lo que me mueve en cada momento y ahora es el color. Estoy simplificando y haciendo algo que tiene que ver con Miró.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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