El uso del río Guadalquivir enfrenta a la Junta y a una empresa de cruceros
Sevilla [EN] Las aguas del río Guadalquivir, como si de una película de piratas se tratase, son las protagonistas de un litigio entre el Centro de Alto Rendimiento de Remo de Sevilla (CAR), respaldado por la Consejería de Turismo y Deporte, y la empresa de cruceros turísticos Torre del Oro. La Capitanía Marítima obliga a la empresa a parar su actividad por la celebración de regatas , incluso durante los entrenamientos. Desde Cruceros Torre del Oro se aduce que las aguas son públicas, y por lo tanto, de uso compatible. El caso está en los juzgados.
La Autoridad Portuaria de Sevilla da el permiso para la celebración de regatas y la Capitanía Marítima lo cumplimenta con la prohibición de la navegación durante un determinado tiempo. El problema viene dado ya que, además del uso exclusivo por los regatistas del río durante la competición, que suele durar uno o dos días, la privación se extiende durante los entrenamientos que pueden llegar hasta los 20 días. El Secretario General para el Deporte, Javier Sánchez-Palencia, mandó una carta a los medios de comunicación donde se expresaban razones de índole económica y deportiva [20.000 pernoctaciones hoteleras durante 1998 y la celebración en Sevilla de los Campeonatos del Mundo de remo y piragua en el 2002] para que "el tramo de la dársena desde la Torre Schlinder hasta el puente del Alamillo se consolide como de uso masivo deportivo." El director gerente de Cruceros Torre del Oro, Salvador Carrasco, sin embargo, afirma que las aguas son públicas y todo el mundo tiene derecho a utilizarlas. "Nuestra empresa genera más de 100 puestos de trabajo, que pueden desaparecer. Se creen que el río es su cortijo Es como si no permitieran utilizar una calle de la ciudad porque entrenan atletas. ", comenta Carrasco. Según Carrasco, la razón de todo es que las instalaciones del CAR son alquiladas a equipos de otros países, que no lo harían compartiendo el río. "Llevamos toda la vida conviviendo con los clubes náuticos de Sevilla sin problemas", agrega. Carrasco confirma que ha habido algún accidente entre las embarcaciones de su empresa y regatistas: "Nuestras tripulaciones son profesionales, pero en el CAR dejan que los niños vayan sin chalecos salvavidas, sin monitores o sin luces por la noche y luego vienen las desgracias".
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