Redondo opina que las Fuerzas de Seguridad del Estado deben actuar lo menos posible en Euskadi

El secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, anunció ayer en Madrid las líneas generales de una propuesta de convivencia para Euskadi que le presentará al lehendakari, Juan José Ibarretxe, en la reunión que ambos mantendrán a mediados de abril. Entre las sugerencias, Redondo considera urgente un acuerdo entre el Ministerio del Interior y la Consejería vasca que dirige Javier Balza para coordinar sus acciones. "Tenemos que admitir con normalidad que las Fuerzas de Seguridad del Estado intervengan en Euskadi, pero cuanto menos lo hagan, mejor", expuso Redondo.

El lehendakari ha convocado al líder del PSE-EE a una nueva reunión, a mediados de abril, dentro de la segunda ronda de contactos que Juan José Ibarretxe celebrará con los partidos vascos para debatir sobre el proceso de paz. Con esta perspectiva, Nicolás Redondo ha elaborado una propuesta de siete puntos que expondrá en esa cita al presidente del Gobierno vasco. Se trata de "atajar el debate político absolutamente enloquecido, brusco y zafio" que vive Euskadi.La oferta incluye zanjar la polémica entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Ertzaintza (policía autonómica). "Tenemos una policía integral desplegada en todo el territorio" y que puede hacerse cargo del orden público, argumentó Redondo Terreros. El líder de los socialistas defendió tanto a la institución como a los miembros de la Ertzaintza, si bien denunció que "su eficacia está voluntariamente disminuida en los últimos meses por quienes la dirigen. Es una decisión consciente del PNV", enfatizó el líder del PSE durante una reunión con los periodistas.

Romper el frentismo

La propuesta que el PSE-EE llevará a Ibarretxe se resume, según el propio Redondo, en dos puntos fundamentales: la necesidad de separar las aspiraciones políticas de los acuerdos de paz y la petición expresa al PNV para que abandone "la estrategia frentista"."La primera gran equivocación de los firmantes del Pacto de Estella [Lizarra] fue creer que podían conseguir un precio por la paz", sentenció Redondo Terreros, para quien "las exigencias territoriales o de soberanía deberían plantearlas después de que ETA dejara las armas". La segunda equivocación de Estella para el líder socialista es haber establecido una política de frentes, una "estrategia de puchero aparte", que intenta aislar a los no nacionalistas y que se refleja en hechos tan alejados de la lógica como que HB vote con el PNV en contra de la jornada laboral de 35 horas. Es una situación insostenible porque, para Nicolás Redondo, "el futuro del País Vasco sólo se entiende con los acuerdos entre nacionalistas y no nacionalistas".

Otro de los puntos que propondrá el líder socialista defiende un acuerdo sobre política penitenciaria entre el Gobierno central y el autonómico, para evitar que los traslados de presos de ETA a cárceles de Euskadi se conviertan en "sujetos de mercadeo electoral". También se pide al PNV que demuestre un apoyo expreso a los colectivos más amenazados en Euskadi, especialmente a cargos electos y jueces. "Hemos conseguido la paz, pero no la libertad", aseveró.

Redondo se lamentó de que el PNV intente rentabilizar electoralmente la kale borroka (lucha callejera), que previsiblemente descenderá en intensidad antes de los comicios municipales del 13 de junio. Después "se presentarán diciendo que también han sido ellos quienes lo han conseguido", ironizó.