Demasiada gente para Sainz
El Rally de Portugal suspendió la carrera debido al exceso de público e impidió que el piloto español siguiera recortando segundos a McRae
Mucho público y demasiado entusiasta. Al Rally de Portugal le perjudicó su propio éxito: el exceso de espectadores provocó la anulación de los dos últimos tramos de ayer. También cortó la recuperación de Carlos Sainz (Toyota) y la posible emoción de un duelo final frente a Colin McRae (Ford). Con 33 segundos de ventaja, el piloto escocés se perfila como vencedor de la carrera, pues la última jornada ofrece apenas 60 kilómetros cronometrados. Sainz buscará defender su segunda posición de su compañero Didier Auriol, del que le separan menos de dos segundos.El persistente ataque del piloto español al líder quedó abortado por la masiva y descontrolada presencia de espectadores. Todos los pilotos coincidieron en que la decisión tomada por el organizador era la mejor para garantizar la seguridad. Sin embargo, Carlos perdió 40 valiosos kilómetros de acción, en los que pretendía dejar la resolución de la prueba abierta para la última etapa.
Hasta llegar allí, había ido reduciendo la ventaja acumulada por McRae al principio del rally, cuando el escocés arriesgó y acertó en los dos tramos con el terreno más roto. De los ocho tramos que se disputaron durante la segunda etapa, sólo en el primero no le ganó Sainz a su rival. En todos los demás, incluido el mejor tiempo en cuatro de ellos, el goteo de segundos fue siempre favorable al español.
Así, de los 50 segundos con que arrancó la jornada, llegó a colocarse a sólo a 33, dispuesto a un último esfuerzo. Pero la exhuberante afición portuguesa impidió que la diferencia se redujera aún más -en el primer paso por los dos tramos que se anularon, Sainz había restado seis segundos y medio- y, sobre todo, que la emoción durara hasta el final.
Buena renta
La renta con que McRae encara la última etapa -cuatro tramos, 60 kilómetros cronometrados- parece suficiente para garantizarle la victoria, en una repetición de lo ocurrido el año pasado. Entonces, el escocés, que corría con Subaru, ganó con sólo 2,1 segundos de margen sobre Sainz, después de otra remontada espectacular de éste. "Esta vez, si a McRae no le ocurre nada, está aún más complicado", reconoció el madrileño.Antes del desagradable desenlace, la etapa de ayer ofreció rally del bueno. Todos los notables tenían ganas de revancha después de la paliza que McRae les metió el primer día, y el ritmo de carrera fue muy alto. Sainz, y también Tommi Makinen (Mitsubishi), se encargaron de ello. El finlandés, actual líder del Mundial, acabó la etapa quinto, a 1m28s de McRae.
También hubo víctimas: a Juha Kankkunen (Subaru) se le paró el motor, a Marcus Gronholm (Mitsubishi) le falló la transmisión y los dos Seat Córdoba de Piero Liatti y Harri Rovanpera tuvieron que abandonar por sendas salidas de pista. Hasta ese momento, los coches españoles se habían mostrado muy competitivos. Por su parte, Luis Climent (Subaru) también destacó y se situó 11º.
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