Números fiables; orgullo saciado
Radomir Antic es un consumado especialista de las distancias cortas, un entrenador con una habilidad especial para montar equipos en poco tiempo. Armó muy rápido el Atlético del doblete, con triunfos convincentes desde la pretemporada y liderato desde la segunda jornada. Y, sobre todo, reanimó al instante al Real Madrid en el curso 90-91: lo cogió en la jornada 27ª (morbosa coincidencia, la misma que cumplió el domingo la Liga actual) y de la quinta posición lo llevó a la tercera, ya dentro de Europa. En 12 partidos ganó ocho, empató dos y perdió otros dos.El Atlético sabe que en cuanto a números, Antic es un valor seguro. En ninguna de las tres temporadas completas de Antic en el club, el Atlético perdió tantos partidos (7, 11 y 10) como ahora en tan sólo 27 jornadas (12). Antic ganó la Liga y la Copa el primer año, y en los otros dos logró meterse en Europa. Y además, con Antic los rojiblancos fueron los máximos goleadores de la pasada Liga. Justo el apartado que más cojea ahora.
Aunque alguna de las pasadas decisiones de Antic resultaron nocivas para el club, los números dan la razón al Atlético en su elección. Tiene menos sentido el sí del técnico a la oferta rojiblanca. Antic posee dinero, títulos y prestigio; no necesita correr este riesgo. ¿Por qué acepta entonces?
Según el club, Antic no tiene tanto que perder: el Atlético ya no puede ir peor en la Liga y aún quedan dos títulos a tiro. Pero hay más: con su oferta, el Atlético admite que cometió un error, se rebaja; suplica la vuelta del entrenador al que despidió de mala manera hace sólo diez meses. Y no hay nada que excite más a Antic que estas cosas. Sacian su ego.
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