El presidente chino visita Italia pero no será recibido en el Vaticano
La visita oficial a Italia del presidente chino, Jiang Zemin, que se inició ayer en Roma, tras 24 horas de estancia privada en Venecia, presenta una particularidad: el Vaticano no figura en el programa de actos. Jiang, que ayer se entrevistó con el presidente Oscar Luigi Scalfaro, de quien recibió la promesa de que Italia apoyará el ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ha exigido a la Santa Sede, a cambio de una aproximación, que rompa con Taiwan y que deje de injerirse en los asuntos internos chinos.
En una entrevista concedida al diario milanés Il Corriere della Sera, antes de poner el pie en Italia, el presidente chino, de 72 años, advirtió de la necesidad de que el Vaticano rompa sus lazos diplomáticos con Taiwan y deje de intervenir en cuestiones de política interna china "usando la religión como pretexto".Ayer, en el mismo diario, le respondía el responsable de la política exterior de la Santa Sede, el arzobispo Jean-Louis Tauran, en un tono abiertamente conciliador. "Existen dificultades, pero con un diálogo directo todas son superables", señalaba Tauran, que reiteraba la voluntad vaticana de tratar a toda costa con China.
Las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la República Popula China se interrumpieron en 1951. Desde entonces el régimen chino se ha mostrado duro con la jerarquía católica del país, lo que no ha pasado desapercibido para la Santa Sede. Pese a ello, el arzobispo Tauran señalaba ayer que existe total disponibilidad del Vaticano a trasladar la Nunciatura de Taiwan a Pekín. Aunque, añadía el arzobispo, tal cambio implicaría "necesariamente un acuerdo sobre algunos aspectos relativos a la presencia y a la actividad de la Iglesia católica en China". El Papa, Juan Pablo II, ha declarado en varias ocasiones su interés por visitar la República Popular China, lo que exigiría una mejora de las actuales relaciones entre los dos Estados.
Hechos y palabras [Preguntado sobre las declaraciones de Tauran, el portavoz del Gobierno chino, Zhu Bangzao, manifestó que "las palabras no son suficientes, hay que acompañarlas de hechos", informa Reuters. Con el Vaticano y Vietnam a punto de establecer lazos diplomáticos, China y Corea del Norte son prácticamente los únicos países comunistas que no mantienen relaciones con la Santa Sede. La mayoría de los jefes de Estado o de Gobierno que visitan Italia aprovechan el viaje para entrevistarse con el Papa, pero las autoridades de Pekín no permiten que los católicos chinos reconozcan la autoridad del Santo Padre. Su número se estima en unos 16 millones.]
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