Un testigo niega que Gómez de Liaño sea socio de la sociedad Euman
Andrés Muñoz Suárez declaró ayer en el juicio oral del caso Banesto que ni él ni su ex socio Mariano Gómez de Liaño formaron parte de la sociedad Euman, utilizada en diversas operaciones presuntamente ilícitas con Banesto. Muñoz, que compareció en calidad de testigo, dijo que tras constituirse Euman, en 1988, se suscribió entre el administrador único de esta sociedad, Eugenio Martínez Jiménez, él mismo y Gómez de Liaño un contrato por el cual estos dos últimos podían adquirir cada uno el 30% de Euman, contrato que, según dijo, no se materializó.
Andrés Muñoz, de unos 55 años, cejas gruesas negras, es un hombre bregado en pleitos. Fue uno de los propietarios y ejecutivos del otrora poderoso grupo Agustín Muñoz Sobrino, de múltiples actividades en Castilla y León, un emporio con sede en Valladolid en los años setenta y primeros ochenta.Andrés Muñoz, tras las dificultades que llevaron al grupo a la suspensión de pagos en 1983, se dirigió a Mariano Gómez de Liaño para encargarle el caso. Fue un flechazo. Gómez de Liaño se encargó de la suspensión de pagos y se asoció con Muñoz.
Ambos formaron en 1985 con Luis Alfredo González, entonces miembro del bufete de abogados de Gómez de Liaño, la sociedad LAM, que identificaba los nombres de Luis, Andrés y Mariano. Las acciones de Gómez de Liaño, empero, no figuraron a su nombre. Utilizó como fiduciario a Enrique Martínez de Goicoechea, otro letrado de su despacho.
Según diversos testimonios, Euman, tras la ruptura de los socios de LAM, fue un proyecto similar con otras personas. Andrés Muñoz y Mariano Gómez de Liaño se asociaron con Eugenio Martínez Jiménez. Se utilizó el mismo sistema de identificación que en la sociedad anterior. Euman sería el resultado de unir los nombres Eugenio, Mariano y Andrés.
Andrés Muñoz fue citado a declarar, durante el proceso de instrucción, a propuesta de Mariano Gómez de Liaño. Pero no compareció ante la juez Teresa Palacios. Ayer, en cambio, sí compareció.
Muñoz confirmó su asociación con Gómez de Liaño en la sociedad LAM, matizó que Gómez de Liaño estaba representado en ella al principio por un testaferro, Enrique Martínez de Goicoechea, pero negó que él y Gómez de Liaño fueran socios, en el origen o el final, de la sociedad Euman.
Muñoz reconoció, en cambio, que entre Eugenio Martínez Jiménez, él y Gómez de Liaño se firmó el citado contrato por el cual a estos dos últimos se les daba acceso a Euman si así se ejercitaba. Muñoz dijo que dicho contrato estaba sujeto a dos condiciones: desembolso de capital y aportación de negocios rentables. Recordó que él no ejerció la entrada en Euman y Gómez de Liaño tampoco.
Muñoz admitió sin ambages, a preguntas del fiscal, que se había facturado a Euman y Valiser por trabajos cuyos importes no habían sido cobrados íntegramente por el grupo Agustín Muñoz Sobrino. Ante las preguntas del fiscal de por qué se ponía una cantidad y se cobraba menos, Muñoz, con actitud de hombre de negocios pragmático, contestó que así se había acordado por Euman y punto.
Fue la declaración de Muñoz la única de la jornada. Paulina Beato, antigua consejera de Banesto, estaba citada por comisión rogatoria a Washington, donde reside, pero no compareció. Es la segunda vez que la testigo no se presenta. La primera se excusó por razones de enfermedad. Ayer, la Sala de lo Penal no tenía constancia de las razones por las cuales no acudió.
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