Francia planea elevar a 42,5 los años cotizados para cobrar toda la pensión

Francia quiere salvaguardar el sistema de jubilaciones frente a la combinación fatal del progresivo envejecimiento demográfico y la prolongación de la esperanza de vida. Para ello planea exigir que se cotice durante 42,5 años, cuatro más que los actuales, si se aspira a una pensión completa antes de los 65 años. En el caso de aquellos trabajadores que no hayan alcanzado la cotización exigida se proponen fórmulas flexibles. El informe encargado por el Gobierno persigue dificultar la jubilación anticipada.

Muchos años después de que los expertos apuntaran el peligro y de debates incipientes rápidamente zanjados con el archivo prudente de los informes, el Gobierno de Lionel Jospin parece decidido a abrir la caja de Pandora del plan de reforma de las jubilaciones. Como se temía, el informe que el primer ministro francés encargó a finales de mayo del pasado año al experto Jean-Michel Charpin es una bomba.El documento propone prolongar hasta 170 trimestres la vida laboral para recibir la pensión completa antes de los 65 años, mientras que ahora son 156 en el sector privado y 150 en la Administración, con una aplicación progresiva hasta el año 2019. Eso supone que afectará a las generaciones nacidas a partir de 1959.

Lisa y llanamente, el documento, que será planteado el jueves a los sindicatos y a la patronal, viene a restaurar, por la vía de hecho, el límite de jubilación a los 65 años, que precisamente la izquierda francesa propuso rebajar a los 60. Si las cosas siguen como ahora, viene a decirse en el informe, Francia acumulará en el año 2040 un déficit de 413.000 millones de francos (unos 62.900 millones de euros o 10,325 billones de pesetas), porque para esa fecha el número de jubilados mayores de 60 años habrá aumentado 10 millones. La relación actual de 4 jubilados por cada 10 activos pasará a ser de 7 jubilados por 10 personas laboralmente activas.

Como el conflicto está asegurado -Alain Juppé, el defenestrado predecesor de Jospin tuvo que retirar su proyecto de reforma tras las grandes huelgas de noviembre y diciembre de 1995-, el Gobierno de la "izquierda plural" se tienta la ropa. Los dirigentes socialistas reaccionaron ayer en contra de los puntos claves del plan marcando distancias.

"Es demasiado pronto para decir hacia qué soluciones debemos encaminarnos, podemos hablar del tiempo de cotización, del montante de las cotizaciones, del montante de las pensiones y de las sumas a aportar desde el exterior", señaló la ministra de Empleo y Solidaridad, Martine Aubry. Nadie duda de que Lionel Jospin, que tiene intención de arbitrar la solución definitiva antes de que finalice el año, desplegará toda su prudencia y capacidad de consenso en un asunto que, como dijo el ex primer ministro Michel Rocard, "puede hacer saltar cualquier Gobierno".

En su informe, que actualiza y depura otros muchos realizados con anterioridad, Jean-Michel Charpin habla de flexibilidad en la elección individual de pase a la jubilación, la combinación de las cotizaciones con otras fórmulas de capitalización, como los fondos de reserva, y defiende el mantenimiento de la edad laboral hasta los 60 años para los trabajadores que ejercen tareas particularmente duras.

La tendencia actual en los Gobiernos comunitarios es endurecer las condiciones de la jubilación anticipada. En el caso de España, esa posibilidad está limitada a quienes empezaron a cotizar a la Seguridad Social antes de enero de 1967, y para colectivos con especiales condiciones de peligrosidad como los mineros. El Pacto de Toledo, incluso, recomienda incentivar el retraso de la jubilación más allá de los 65 años, aunque aún no se ha tomado ninguna medida en ese sentido. Para cobrar el 100% de la pensión, en España es necesario haber cotizado 35 años.

Los jubilados británicos deben contribuir a la Seguridad Social por un periodo de 44 años -las mujeres durante 39- para recibir el total de la pensión básica, informa .

En Estados Unidos hay que cotizar durante un mínimo de 10 años para poder cobrar del sistema nacional de pensiones. Una vez cumplido este requisito se pasa a comprobar la ciudadanía o residencia legal de la persona que desea cobrar, informa Renwick McLean. La edad mínima es de 65 años, pero en casos especiales se puede cobrar a partir de los 62.