"Dentro del PP nos odian a mí y a Berbel"
Un jurado popular absolvió por falta de pruebas hace una semana al ex concejal del PP de Granada Francisco Jiménez Carmona, acusado de cobrar 5 millones a cambio de la concesión de la vigilancia del cementerio. Es el primero de los tres procedimientos penales abiertos contra el ex concejal. Jiménez Carmona cree que todas las imputaciones son producto de una trama urdida por un sector de su partido cuyo "primer elemento a batir era Gabriel Díaz Berbel", alcalde de Granada quien, durante el juicio, confirmó su amistad con el acusado y le prestó una coartada para demostrar que no estuvo en una de las reuniones con el gerente de Seguridad Baza. Mientras fue concejal, sostiene, su partido trató de convencerlo para que aceptara determinadas irregularidades, pero se opuso. "Algunas colaron, pero yo no las hice". Pregunta. ¿Cuál es su estado de ánimo tras conocer la sentencia absolutoria por falta de pruebas? Respuesta. Desde que comenzó todo el escándalo estoy tranquilo, y así sigo. Dije que era resultado de una trama política y me reafirmo. Si no ¿cómo el presidente de mi partido en Granada se entera de lo que pasa y no me llama? Lo lógico es que me dijera: "Ven para acá, Paco, que ha pasado esto". Pero entre nosotros hay rencillas desde hace 20 años. Él abrió la sede del PP por narices, sin licencia. Yo era entonces concejal de Medio Ambiente y me constestó: "A mi me da igual, yo abro la sede". Fue en noviembre de 1996. Tengo pruebas. Cuando hay personas que creen que por ser del PP tienen derecho a que los concejales admitamos ciertas irregularidades se sufre. Yo me negué, pues hubo asuntos no ya gordos, sino gordísimos. Pero yo seguí el camino que marca la ley. P. ¿Fraguó alguna de esas irregularidades en el Ayuntamiento? R. Algunas colaron, pero yo no las hice. Lo que para mí son irregularidades quizá para ellos no lo son. Yo frené cualquier irregularidad, me opuse tajantemente. P. Esa trama que usted cita ¿se montó contra usted o ha afectado a otras personas? R. El odio que me tiene ha irradiado entre sus afines, pues quien contradiga al presidente sabe que no va en las listas. Yo no fui a comer de la política. Tengo mis bienes y soy profesor de la Universidad. Nadie en el partido me dijo que dimitiera. Era mi obligación. No me han expulsado como se ha dicho, sino suspendido cautelarmente, que es lógico. Yo he pasado dos años teniendo en frente al PP y al PSOE, que es un buitre carroñero. María José López me dijo en el juzgado que yo era el chivo expiatorio de las peleas internas del PP, pero que entendiera su papel, que ella era del PSOE. P. ¿Por qué le eligieron como víctima de esa trama de la que habla? R. Por ser la mano derecha de Gabriel Díaz Berbel. Dijeron: "Vamos primero a cargarnos la peana y luego caerá el santo". Yo he estado estos días celebrando la onomástica en su casa de Marbella, como hago desde hace años. Yo no necesito coartadas. Esto ha sido una jugada política muy gorda porque el presidente y un grupito nos tienen odio, nos odian al alcalde y a mí. Dos sectores P. ¿Pero por qué han actuado sólo contra usted? R. Es una trama personal, pero con claras implicaciones. Que no me digan que no existen dos sectores en el PP ni que los ganadores no están machacando a los vencedores. El primer elemento a batir era Díaz Berbel, la única persona que puede ganar la Alcaldía. P. ¿Tiene intención de volver a la política? R. Yo me he puesto a disposición del PP a nivel nacional. He mandado un telegrama con el veredicto al secretario general, Javier Arenas. P. ¿Le respaldará? R. Arenas nunca me ha atacado y ha guardado silencio. Ahora que hay veredicto judicial puede hablar. P. Juan Ojeda ha anunciado que usted no volverá al PP. R. Ojeda es una persona que sabemos de qué parte está. ¿Es que el PP es su cortijo? Lo que diga el PP a nivel nacional lo tendrá que aceptar. Ha estado de parte de los ganadores del congreso de Granada y ahora quiere hacer leña del árbol caído. P. ¿Mantiene su amenaza de querellarse contra Martínez Soriano? R. No he desechado nada. Yo he invitado al presidente a hacer un cara a cara dónde y cuándo quiera. P. Usted tienen aún dos procesos judiciales pendientes ¿Qué ocurrirá? R. Son casos de risa. Un individuo dice que me pagó 250.000 pesetas para que no le cerrara un pub, y yo se lo cerré. Pero quien me puso la denuncia fue el presidente del PP. Eso es una barbaridad. El otro es por un caso de facturas. Lo que ocurrió fue que en vez de ir a un hotel me alojé en otro. P. De usted también se rumorean otros asuntos turbios. Por ejemplo, que obligó a los dueños de una discoteca a que le arrendaran unos pisos suyos a cambio de no mandar a la inspección. R. Mis enemigos se encargan de decir lo que quieran, pero que lo demuestren en los tribunales. Es la impotencia de la venganza. No saben qué inventarse. Yo tengo, en efecto, alquilado un piso a uno de los socios de la discoteca y otro a su abogado. ¿Por qué los siguen arrendando si hace más de dos años que no soy concejal? Yo alquilo mis pisos a quien quiera, siempre que paguen. P. ¿Se siente héroe o víctima? R. Ni una cosa ni la otra. Soy el de siempre. Quienes no tendrán la conciencia tranquila son quienes montaron la trama.
