Ruiz-Gallardón y el ministro de Fomento pactan hoy un doble túnel para el tren veloz

VIENE DE LA PÁGINA 1 Las fuentes del Ministerio de Fomento consultadas ayer explicaron que se ha optado por construir dos túneles paralelos, uno en cada dirección, porque eso reduce el coste final de las obras. "Lo que sí dispararía el precio final sería hacer un único túnel donde cupiesen las dos vías, ya que la sección de la galería que habría que construir sería enorme y eso sí que eleva mucho los gastos", indicaron.

El informe técnico propone que cada uno de los túneles esté separado entre sí por unos 30 metros. La sección de cada galería será de 9,5 metros, aunque el diámetro libre para que discurran los convoyes se reducirá a 8,5 metros. "Una obra de estas características es muy complicada, aunque técnicamente posible. A lo que obligará, en cambio, es a abrir una o varias salidas de emergencia a lo largo del trazado", se explicó.

Valle del Lozoya

Los técnicos proponen que la salida de urgencia se sitúe a medio camino del trazado, aproximadamente en el valle del Lozoya, aunque reconocen que esta entrada "sería muy impopular y provocaría problemas medioambientales". Por ello, y ante la posibilidad de que el Ministerio de Medio Ambiente no dé su visto bueno a esta obra, abogan por otras dos posibles ubicaciones para estas bocas: una en el lado madrileño y otra en el segoviano, a unos 10 kilómetros de distancia de entradas y salidas del túnel.

La obra, dada su magnitud, según el Estudio de plazos y costes de la alternativa Guadarrama, tardará unos cuatro años en estar acabada y permitirá finalmente unir Madrid con Valladolid en sólo 58 minutos, frente a las dos horas y 23 minutos que dura un trayecto medio en tren entre estas dos ciudades en la actualidad.

De todas formas, antes de que los técnicos se decidan por la opción del túnel del Guadarrama, se examinaron 21 alternativas, de las que finalmente se seleccionaron las cuatro más baratas, técnicamente más viables y que permitían una rápida comunicación entre las dos vertientes de la sierra.

La primera de las opciones examinadas consistía en meter el tren de velocidad alta a Valladolid por mitad del valle del Lozoya. Esta alternativa, a pesar de que los costes se reducían drásticamente por las escasas obras de ingeniería que habría que efectuar, fue rechazada por sus problemas medioambientales. El valle del Lozoya es una de las joyas naturales de la Comunidad de Madrid.

Zona afectada

La segunda opción estudiada consistía en reformar las actuales líneas de los trenes que pasan por el oeste de Madrid (Las Rozas, Villalba...) para adaptarlas al ferrocarril de velocidad alta. Este proyecto, el de menor coste de los cuatro estudiados, fue rechazado por los especialistas porque "la zona afectada está muy densamente poblada y tendría que pasar entre urbanizaciones y cascos urbanos".

La tercera posibilidad analizada, un trazado que rodearía por el oeste el municipio de Las Rozas y que discurriría en paralelo a la futura M-50, tampoco logró el beneplácito de los especialistas suizos que estudiaron la geomorfología del suelo, a pesar de que se encuentra menos urbanizada. "Esta zona de la región es muy arenosa y la textura del suelo no es apta para la construcción de un túnel. Estas obras resultarían, por tanto, mucho más caras y complicadas", indicaron desde el Ministerio de Fomento.

Los técnicos ministeriales dejan en manos de las constructoras que lleven a cabo los trabajos la posibilidad de elegir si la obra debe realizarse con tuneladoras (semejantes a las utilizadas para la construcción del metro de la capital) o mediante el sistema tradicional de explosiones. "La obra saldrá a concurso y deben ser quienes la realicen los que decidan cómo prefieren llevarla a cabo", explican. Las fuentes consultadas descartaron que las constructoras propongan un trazado diferente al elegido por los técnicos ministeriales. "Ya lo tienen todo hecho. Ahora sólo falta que el ministro le dé el visto bueno y llevarlo a cabo", destacaron los técnicos ministeriales.