Condenados a seis meses de cárcel por estafar 750 millones al Estado

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un agente de cambio y bolsa, un empresario, un intermediario financiero, un militar y un ingeniero a seis meses de cárcel por estafar 750 millones de pesetas al Patronato Militar de la Seguridad Social. Además, tres de ellos deberán pasar otros tres meses de prisión por falsificar documentos militares para efectuar esta operación financiera fraudulenta.La Sección Séptima de la Audiencia condena a seis meses de cárcel a Federico U. C., de 61 años e ingeniero de profesión, y al agente de cambio y bolsa Carlos Javier T. D, de 64. Y otros seis meses más deberán cumplir el militar de 63 años Juan B. R.; el empresario Santiago S. B., de 58, y el intermediario financiero Vidal F. L., de 55 años.

La estafa salió a la luz gracias a que la policía descubrió a dos ladrones que los implicados en el fraude habían contratado para que recuperaran unos documentos falsificados utilizados en la estafa y así no dejar rastro sobre la operación ilegal. La sentencia considera probado que el militar acusado recibió 444 bonos del Estado, propiedad del Patronato Militar, valorados en 750 millones y depositados en el Banco de España. Para hacerlos efectivos, se puso en contacto con el empresario y ambos planearon la operación de venta. Contactaron después con el intermediario financiero, quien buscó comprador y un agente de cambio y bolsa que, a cambio de una parte del dinero, les asesoró sobre cómo llevar a cabo la operación sin levantar sospechas. Para darle apariencia de legalidad, el agente les pidió una serie de documentos, como la documentación acreditativa sobre la propiedad de los títulos y el acuerdo del organismo en cuestión para efectuar la venta. Uniforme en el Rastro

Juan, Vidal y Santiago ofrecieron a un conocido de este último que se hiciera pasar por militar, comprándole una chaqueta del Ejército en el Rastro, con la que le hicieron unas fotos de carné. También enseñaron a esta persona, ya fallecida, a comportarse como un militar. Después, en una imprenta de San Martín de Valdeiglesias encargaron dos oficios con membrete del Ministerio de Defensa, con los que confeccionaron los documentos, en los que aparecía la firma falsificada del entonces ministro de Defensa. Realizados estos trámites, se dirigieron a la entidad Aresbank, que aceptó comprar los bonos. El agente solicitó la autorización a la Junta de Agentes de Cambio y Bolsa.

La venta fue puro teatro. Tres de los procesados, el falso general y unos extras que hacían de escoltas entregaron toda la documentación en el despacho del agente de cambio, que vendió los bonos por 764 millones. Los cinco implicados se repartieron el dinero, con el que pagaron a los extras, compraron coches y joyas y realizaron algunas inversiones. Para no dejar huellas de la falsificación, contrataron a los dos ladrones, a los que descubrió la policía en el despacho del agente.