Los jubilados de la factoría de Erkimia en Flix firman la rebaja de sus pensiones, pero continuarán pleiteando

Los jubilados de la factoría de Erkimia en Flix (Ribera d"Ebre) decidieron ayer firmar el acuerdo que regula la reducción de sus pensiones, lo que no les impedirá continuar luchando contra la rebaja en los tribunales. La empresa se compromete a no utilizar el documento ante la justicia y el colectivo cobrará los retrasos acumulados desde 1997. Los cuatro pensionistas que realizaron una huelga de hambre durante nueve días desconvocaron ayer la protesta, lo que acaba con dos años de movilización de los 160 trabajadores jubilados, uno de cuyos huelguistas tuvo que ser ingresado en el hospital comarcal de Móra d"Ebre, donde permanecerá en observación. Con la firma del documento finaliza una guerra abierta en Flix hace dos años. En marzo de 1997, Erkimia debía afrontar la externalización de las pensiones de sus trabajadores, obligada por una ley que garantiza el cobro de las jubilaciones. La empresa comenzó a levantar cabeza tras la suspensión de pagos de Ercros en 1992. La química, para asegurar su viabilidad, negoció con los sindicatos un acuerdo marco por el que se pactó la reducción de un 14% de media en los complementos a las pensiones de sus trabajadores. La antigüedad de la empresa, que el pasado año cumplió 100 años, fue un factor determinante, ya que, por cada trabajador activo hay tres pasivos: 1.517 jubilados por 570 operarios. De los primeros, 166 se resistieron a la firma y adujeron no sentirse representados por el comité. Se inició una guerra y la empresa acumuló en un fondo los complementos rebajados. Mientras tanto, manifestaciones y protestas sacudieron la población de Flix. El Juzgado de lo Social de Tarragona desestimó la primera demanda del colectivo. El fallo estipuló que los jubilados sí están vinculados por las decisiones que adopte el comité. La situación económica de los afectados se iba haciendo cada vez más precaria, explica Ramon Jordà, miembro de la comisión de los pensionistas: "Los que se jubilaron anticipadamente han llegado a no cobrar nada, porque la empresa se hacía cargo de su salario hasta los 60 años, y el resto cobramos únicamente lo cotizado a la Seguridad Social, la mitad de lo que ingresábamos habitualmente". Llegó la primera huelga de hambre en diciembre pasado. Erkimia se comprometió a colaborar con los jubilados en la búsqueda de una entidad financiera que les facilitara créditos con cargo al fondo de sus complementos. Pese a los intentos de la empresa, hasta el mes de marzo no consiguieron pactar con ninguna caja o banco. Nuevamente los ánimos se encresparon en Flix y cuatro jubilados se declararon en huelga de hambre. Tras 10 días de asambleas y reuniones entre abogados y el Ayuntamiento, éste decide tomar cartas en el asunto y convertirse en mediador. Jordà considera que el papel del consistorio ha sido determinante para el fin de dos años de movilización.