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Las fuerzas de Belgrado siguen arrasando aldeas de Kosovo

La policía serbia y el Ejército yugoslavo reforzaron ayer su represión sobre una hilera de aldeas previamente arrasadas en el norte de Kosovo. Pero, mientras soldados y vehículos blindados proseguían sus operaciones de barrido para acabar con los guerrilleros separatistas, nuevos enfrentamientos estallaban en otros lugares: choques en los alrededores de Klina y una doble emboscada contra un convoy del Ejército cerca de Stimlje. En los enfrentamiento de Klina, a unos 30 kilómetros al oeste de Pristina, murieron al menos cuatro milicianos albanokosovares. Entretanto, los médicos de los hospitales de Kosovo continuaban luchando para hacer frente a la afluencia de víctimas gravemente heridas por las tres bombas que estallaron el sábado en las ciudades de Mitrovica y Podujevo. El número de muertos en esos atentados se elevó ayer a siete. Otras 58 personas se encontraban hospitalizadas, entre ellas numerosas mujeres y niños que han perdido alguna de sus extremidades. La mayoría de las víctimas fueron albanokosovares.Los periodistas que lograron llegar al centro de Mijalic, a seis kilómetros al suroeste de Vucitrn, encontraron el lugar reducido a escombros y completamente vacío, salvo por la presencia de policías serbios en vehículos blindados que advertían de la actividad de francotiradores.

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Las fuerzas gubernamentales llevan tres semanas eliminando supuestas posiciones de la milicia del Ejército de Liberación de Kosovo en localidades al oeste de Vucitrn. Estas aldeas se encuentran a los pies de una escarpada montaña conocida como Cicavica y se extienden en un arco de unos 12 kilómetros del sur al norte, de Mijalic hasta Osljane. Las fuerzas serbias lanzaron uno de los mayores bombardeos artilleros de la guerra sobre esas poblaciones anteayer. "Hubo bombardeos toda la noche. Huimos a las once y hemos estado caminando en la oscuridad", declaró Aziz Imeri, un albanokosovar de 58 años que escapó.

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