El Barça no se deja atrapar

No le tembló el pulso al Barcelona. Los de Van Gaal despacharon al Espanyol en el Camp Nou y no dieron muestra alguna de sentirse presionados. No hubo ansiedad en el Barcelona, que no se dejó atrapar. Dio igual que todos sus perseguidores salieran victoriosos de sus compromisos del sábado. En caso de fracasar, el Barça se encontraría con un puñado de rivales amenazando de cerca su reinado. Pero no hubo fracaso en el Camp Nou. Hubo goleada.Rivaldo, por dos veces, y Kluivert derribaron la tímida resistencia del vecino, el Espanyol, que jamás se sintió ganador. El Barça hizo fácil lo fácil y el desierto de siete puntos -ocho contando el balance entre ambos- que le separa del Madrid sigue ahí. Y eso que los blancos cumplieron en Santander y permitieron a Toshack, su técnico, continuar con sus cuentas. El galés quería 12 puntos y ya tiene seis. Pero los problemas del Madrid volvieron a aparecer donde siempre, en la retaguardia. Y de nuevo la pegada, con Roberto Carlos inspirado en la tarea, le sacó del apuro.

La jornada fue pródiga en fallos desde los once metros, tres de los cinco penaltis que se lanzaron no encontraron puerta, y fue rácana en goles. 16 se consiguieron y sólo el Barça y el Madrid dibujaron un tres en su marcador. Pudo hacerlo también el Deportivo ante el Tenerife, pero los de Irureta se mostraron especialmente fallones. La ausencia de Fran, sancionado, desequilibró al Deportivo que, sin embargo, ganó (2-0) y consiguió mantenerse en la zona noble.

Problemas tuvo también el Athletic, que derribó al Salamanca merced a un gol tardío de Roberto Ríos. Larrazábal falló un penalti, el segundo en las dos últimas jornadas, y el Salamanca dio más problemas de los esperados. También un solitario gol de Duré le valió al Extremadura para ganar al Alavés y abandonar el último puesto de la tabla, que ha pasado a ser propiedad del Salamanca.

La jornada dejó malherido al Atlético, que vive una racha desoladora. Ha conseguido un empate en 7 partidos, la peor racha de su historia. En el Calderón se vivió una situación desconcertante, con parte del público insultando a Zamorano y Gil defendiendo su posible contratación. Los aplausos que faltaron a orillas del Manzanares se dieron en Zaragoza. Víctor Fernández volvió con su Celta a la que fuera su casa y recibió el homenaje del público. Pero el Celta pasó por encima de sentimentalismos e hizo lo que acostumbra a hacer: ganar.