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El PIB de Italia cayó un 0,3% en el último trimestre de 1998

La estadística confirma el mal momento de la economía italiana, que registró en el último trimestre del pasado año un descenso del 0,3% en su producto interior bruto (PIB) sobre el trimestre precedente, y un crecimiento tan sólo del 0,9% con relación al mismo trimestre de 1997, lo que le sitúa a la cola de los países desarrollados de Occidente.Hay que volver la vista a 1996 para encontrar una cifra de crecimiento tan desoladora. Los datos publicados ayer por el Instituto italiano de Estadística (Istat), volvieron a encender todas las alarmas sobre los males de la economía italiana, cuyo producto interior bruto (PIB) tampoco alcanzará en 1999 un crecimiento del 2,5% como había previsto el Gobierno, sino un más modesto 1,5% como se vio obligado a precisar el jueves el ministro del Tesoro, Carlo Azeglio Ciampi.

En conjunto, el PIB creció apenas un 1,4% en 1998, cuyo segundo trimestre, a juicio del responsable del centro de estudios de la patronal italiana (Confindustria), Guidalberto Guidi, "fue uno de los periodos más difíciles de los últimos 15 años" para las empresas del país.

De acuerdo con los datos del Istat, el bajo crecimiento ha coincidido con una disminución de las importaciones (5,7%) y de las exportaciones de bienes y servicios, que descendieron un 6,7% en el cuarto trimestre de 1998. Desde hace meses, Gobierno y empresarios mantienen una viva polémica sobre las verdaderas causas de este "enfriamiento" de la economía italiana, que cuenta con el lastre de un paro superior al 12% de la población activa.

Reclamación de inversiones

El primer ministro, Massimo d' Alema, ha pedido en numerosas intervenciones públicas a los empresarios que inviertan en el país y, para lograrlo, el Ejecutivo acaba de poner en marcha una serie de medidas de desgravación fiscal para los inversores con el fin de estimular la creación de empleo. La patronal Confindustria insiste, sin embargo, en que falta confianza en la economía nacional, los impuestos siguen siendo altos y muchas las cargas fiscales y burocráticas a afrontar por parte del que invierte.Ciampi desmintió el jueves, de nuevo, los rumores sobre la posibilidad de que el Gobierno realice nuevos recortes presupuestarios, a la vista de las menores entradas fiscales y productivas, toda vez que, dijo, "en los próximos meses se producirá una recuperación de la actividad productiva".

El ministro económico justifica su optimismo en las medidas tomadas por el Ejecutivo en materia de reducción fiscal y por los bajos tipos de interés, además de la reducción de los costes laborales que se ha operado en Italia.

"Las inversiones públicas han aumentado un 10% en 1998 y tendrán una expansión no menor este año", añadió Ciampi, acosado por el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio que continuamente apunta con el dedo acusador a las cifras de paro.

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