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Gomaespuma para todos

Uno es rubio; el otro, moreno. El primero es un incondicional del Atlético de Madrid; el segundo, del Real Madrid, y mientras al colchonero le pierde la canción popular española, al merengue no le seduce la tradición, al menos en el campo musical. En definitiva, a decir de su círculo más próximo, no tienen demasiadas cosas en común, tantas, como mucho, como la goma y la espuma. Pese a ello, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, 17 años como pareja de hecho en el terreno profesional, son diariamente capaces de concitar la atención de 350.000 oyentes. Ayer, además, lograron que cerca de 3.000 jóvenes, en su mayoría de menos de 25 años, acudieran a las siete de la mañana al pabellón de deportes de la Universidad de Valencia, desde donde hicieron, en riguroso y espontáneo directo, su programa. El respetable -Cano aprovechó uno de los recesos musicales del progama para deleitar al público con varios pases de pecho dignos de Enrique Ponce- no paró de reír y aclamar a sus ídolos. Hoy por hoy, el atractivo de uno de los dúos más veteranos de la radio española está fuera de duda: los componentes de Gomaespuma dedicaron buena parte de la mañana a firmar autógrafos a cientos de sus seguidores. Sandro D"Angeli, responsable de M-80, la emisora del grupo Prisa en la que trabajan Cano y Fesser, no estaba sorprendido. "Cada vez que emiten el programa desde fuera del estudio dedican un par de horas a atender a sus oyentes", por lo visto, bastante más fervorosos a la hora de mostrar su gratitud que los de los santones de la radio española. Gomaespuma, incluso, tuvieron en Valencia pancartas de apoyo llegadas desde el Vinalopó Mitjà: "Aspe con Gomaespuma. Cienes y cienes de besos", decía una tela que reproduce uno de los tics del programa, las palabras acuñadas por sus responsables -cienes por cientos- que ya han creado escuela. Buena prueba de ello es la complicidad que mostró ayer el público: risas cuando la pareja informaba, en su línea divertida y desenfadada, del encuentro entre el Papa y el presidente iraní, Mohamed Jatamí. Carcajadas cuando Cano entrevistaba a un Fesser en funciones de profesor universitario, con plaza en una prestigiosa universidad de California (EE UU), especializado en astrología y casi llantos cuando los periodistas -¿humoristas?, ¿cómicos?, ¿showmen?- se hacían eco de algunas supuestas cartas que llegan a Sorpresa, Sorpresa, el magazine de Antena 3 Televisión. ¿El secreto del éxito? Sencillo en apariencia, difícil en realidad. Gomaespuma inició su andadura en las madrugadas del viernes de la ya desaparecida Antena 3 Radio, pasó por Onda Cero y llegó a irrumpir, sin demasiada fortuna, en el mundo de la televisión. Su programa, emitido por Tele 5, no triunfó. El talento de Cano y Fesser, su frescura y sobre todo "una fórmula que presenta las noticias en un tono desenfadado, ligero, fresco, muy diferente al de las emisoras convencionales, han consolidado la propuesta de Gomaespuma", asegura D"Angeli. Pedro, un adolescente de 16 años que ayer madrugó para ver y oír a sus idolos, coincide con el responsable de M-80, la emisora para la que trabajan desde hace cuatro años. "Los oigo siempre que puedo. Básicamente, porque me informan al tiempo que me hacen reír". Otros 350.000 jóvenes -la media de edad de los seguidores del programa es de 28 años- piensan, en términos generales, como este estudiante. De hecho, el pabellón universitario era un claro ejemplo del gancho de Gomaespuma, como la noche anterior lo fue de otro espacio de M-80, La Gramola. La realización de ambos programas desde Valencia supone la movilización de tres expertos en la grabación del programa, otros dos encargados del equipo de luces y un equipo técnico de cuatro personas. A pesar de todo, el 90% del programa se prepara desde Madrid. La tecnología digital permite que desde allí se inserten las cuñas publicitarias o se produzcan los efectos especiales. Aunque nada como la peculiar visión de las noticias de los presentadores del programa, la peculiar visión de la vida de Cándida -una señora mayor, ya estrella del espacio, que tiene sus propios seguidores- o disfrutar de la conversación mantenida con Ximo Tébar, el popular guitarrista de jazz que antes de hacer mugir su instrumento soportó, con humor, los comentarios de Cano y Fesser: "¿Os dáis cuenta de lo útiles que son los cursos de guitarra de CCC ?", aseveró Cano. "Empezó por dejarse la uña larga para quitarse la cera de las orejas" y acabó como músico, replicó Fesser. Tébar, mientras, sonreía. Como todos.

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