Dos detenidos por el asesinato de un joyero en Usurbil

Las investigaciones para esclarecer el asesinato de Pedro María Arregui, un joyero de Usurbil, han arrojado sus frutos. La Guardia Civil detuvo el pasado 18 de febrero a dos personas presuntamente relacionadas con el crimen, que se produjo hace un año en un atraco al establecimiento. Ambos, R. V. V., el supuesto autor material del homicidio, y su sobrino L. M. S. V., tenían antecedentes delictivos. La Subdelegación del Gobierno informó ayer de los arrestos tras levantarse el secreto del sumario. La tragedia se consumó el 12 de marzo de 1998 en la citada localidad guipuzcoana. Dos personas armadas con escopetas de cañones recortados entraron en una joyería para cometer un robo. El joyero, Pedro María Arregui, ya había sufrido otro atraco y no quiso resignarse. Se enfrentó a los atracadores y en el forcejeo uno de los delincuentes cayó al suelo. Entonces, su acompañante sacó su pistola y efectuó un disparo a corta distancia que alcanzó de lleno a Pedro María Arregui. El disparo se oyó en el barrio. Los vecinos que se encontraban en las inmediaciones se personaron en la joyería y lograron quitar la escopeta al atracador A. G. G., de 55 años y vecino de Barakaldo, que yacía en el suelo, y fue detenido posteriormente por un policía local. El otro delincuente logró huir. El 21 de abril la Ertzaintza detuvo a su presunto acompañante, H. F. B., vecino de Barakaldo, pero fue puesto en libertad provisional un mes más tarde. Las diligencias instruidas por la Ertzaintza recayeron en el Juzgado número 3 de San Sebastián, que derivó parte de las investigaciones a la Guardia Civil. El 18 de febrero agentes de este cuerpo arrestaron en su domicilio de Bilbao a R. V. V., de 56 años y natural de Tolosa, y el mismo día detuvieron en Pamplona a L. M. S. V., de 47 años y sobrino del presunto autor del crimen. En su domicilio encontraron la pistola con la que se efectuó el disparo que causó la muerte al joyero. En la rueda de reconocimiento los testigos identificaron a R. V. V. Los delincuentes ingresaron en Martutene el 23 de febrero.