Trabajo insta a patronal y sindicatos a negociar un acuerdo para reordenar el tiempo de trabajo

El ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, ha decidido mediar en el cruce de declaraciones entre la patronal y los sindicatos en torno a la reducción de la jornada laboral. Subrayando en cada una de sus afirmaciones que era un mensaje del Gobierno, instó a ambas partes a que negocien "un acuerdo marco sobre la reordenación del tiempo de trabajo". Por su parte, el embajador de España ante la OCDE, José Luis Feito, pidió a los responsables políticos que profundicen en el abaratamiento del despido, así como en la reforma del subsidio de paro y en la reducción de los costes laborales.

El ministro de Trabajo dijo ayer, en la tercera jornada del congreso sobre El futuro del trabajo, que se celebra en Bilbao, que la reducción de jornada por ley no es positiva y que puede significar la destrucción de empleo porque "no se puede tratar por igual a todos los sectores y empresas". Pero, a continuación, introdujo elementos nuevos en ese debate al manifestar: "Yo no soy nada dogmático contra las 35 horas" y recordar que, "de forma natural" y mediante negociación colectiva, se ha ido bajando la jornada semanal de 40 a 38,5 horas de media.Pimentel hizo también una propuesta: "El Gobierno cree positivo que patronal y sindicatos aborden de forma global la reordenación del tiempo de trabajo. Puede hacerse a través de un acuerdo marco que luego se desarrolle en los sectores y empresas". Precisó que la reordenación del tiempo de trabajo es un concepto más amplio que el de reducción de jornada y, además de ésta, supone abordar las horas extras, los turnos de trabajo, la adaptación de la producción, los contratos a tiempo parcial y de relevo o la distribución flexible de la jornada a lo largo del año.

Esas propuestas se producen un día después de que José María Cuevas dijera que "nunca" negociará con los sindicatos la reducción de la jornada por ley y de que las centrales respondieran que esas declaraciones generan "una situación conflictiva" para el diálogo.

En su intervención ante el congreso organizado por el Club de Roma y la Unesco, José Luis Feito habló de la flexibilidad como receta para limitar la destrucción de empleo y abogó por reducir, o al menos controlar el aumento de los costes laborales. Un camino que, a su juicio, no se tomó en España en los años setenta y ochenta, "ya que los costes laborales crecieron a un ritmo muy elevado hasta que el paro alcanzó una tasa alarmante", el 25% en 1993. Para el futuro, propuso para lograr "la necesaria flexibilidad" medidas como la reducción de los costes laborales, sobre todo para los trabajadores de baja cualificación, o modificar la estructura de la negociación colectiva para que los aumentos salariales elevados no se contagien de unas empresas a otras. Sobre el despido, pidió cambiar sus condiciones "no sólo en el coste de las indemnizaciones, sino también de la norma".

Para el subsidio de paro, Feito propone "una estructura más racional y que no sea más rentable cobrar el subsidio que aceptar un empleo". Feito añadió que los actuales impuestos son ventajosos para las rentas más bajas.