BUSCAN UN 'SOSTÉN DE COMBATE'

Canadá, que no consigue integrar plenamente a las mujeres en sus Fuerzas Armadas, estudia hasta los mínimos detalles para atraerlas y diseñará, para ello, el primer sujetador "de combate" militar. El pasado 25 de febrero, el ministro de Defensa canadiense, Art Eggleton, echó un rapapolvo a los mandos militares por su incapacidad para cambiar el Ejército y convertirlo en una institución donde las mujeres se pudiesen sentir integradas. Las palabras del ministro, que dijo que hay que derribar "las barreras de actitud" y "abrir las puertas a las mujeres en todas las áreas de operación", han calado rápidamente entre los mandos canadienses. De momento, los componentes de la unidad se han dedicado a analizar sesudamente decenas de sujetadores disponibles en el mercado para estudiar los pros y los contras de unos y otros. Por ejemplo, han llegado a la conclusión de que, por regla general, lo que hace el sujetador convencional es "empujar el pecho hacia adelante. Como los pechos no se sujetan independientemente y no se mantienen separados, se frotan uno contra otro y, al final, acaban rozados". Ni siquiera los sujetadores para atletas cumplen los requisitos buscados por Ottawa para sus soldados, porque, aunque "son realmente para trabajos pesados", son muy incómodos y "no se pueden llevar por más de un par de horas". Los militares canadienses buscan un sostén que sea "lo suficientemente cómodo para ser llevado, potencialmente, 24 horas al día durante siete días a la semana, una prenda que, además de proporcionar la sujeción necesaria, permita realizar actividades violentas y físicas". Están ante un problema de tan difícil solución que ha exigido al Ejército recurrir al Instituto de Medicina Medioambiental de Defensa y Civil de Toronto para preparar un estudio científico sobre las mujeres en tareas de combate. Por el momento han conseguido unificar criterios en cuanto a la fabricación de un calzoncillo unisex, que sirva tanto para hombres como para mujeres.- ,