El Gobierno de Ecuador declara el estado de emergencia ante la huelga

El ministro ecuatoriano de Gobierno, Vladimiro Álvarez, anunció anoche la entrada en vigor del "estado de emergencia" ante la huelga nacional convocada por los sindicatos para hoy y mañana. El ministro señaló en una rueda de prensa que se suspenden todas las actividades durante las jornadas de protesta, con lo cual se extiende también el feriado bancario que se puso en marcha el pasado lunes, y dispuso que las Fuerzas Armadas y la policía controlen el orden.Agregó que el estado de emergencia se aplicará "en todo el territorio nacional hasta que pueda recuperarse la calma en el país, debido a la conmoción que producen los actuales acontecimientos".

Álvarez añadió que el Gobierno "ha dispuesto la intervención de la fuerza pública a fin de precautelar el orden y la seguridad ciudadanas" y proteger la integridad de los bienes públicos y privados. Recordó que "de conformidad con la Constitución política del Estado, la declaración de la emergencia nacional puede llegar hasta 70 días y en caso de que no se hayan superado las causas, el presidente [Jamil Mahuad] puede decretar la prórroga del mismo".

El ministro subrayó que el decreto presidencial será entregado inmediatamente al Congreso, como lo establecen las leyes ecuatorianas. Insistió en que las fuerzas de seguridad impedirán el cierre de las carreteras, como lo han anunciado organizaciones campesinas e indígenas, y expresó que los militares resguardarán, principalmente, las instalaciones petroleras, eléctricas y de comunicaciones. Álvarez amenazó con sancionar a los empleados que por acción u omisión alteren el normal funcionamiento de los servicios públicos, al tiempo que ratificó que se aplicará la ley de movilización que obliga, incluso con el uso de la fuerza, a trabajar a los trabajadores estatales. Destacó que el Gobierno respetará las manifestaciones pacíficas, pero recalcó que no tolerará las acciones violentas como las que han anunciado grupos de huelguistas. El ministro hizo un llamamiento a la población para que evite los disturbios.