El presidente del PP de Tenerife afirma que "diez garbanzos negros" atemorizan a la militancia
Dijo: "Hay miedo". Y señaló después la puerta de su casa, donde dos policías de paisano montan guardia día y noche. Francisco de la Barreda, presidente del Partido Popular de Tenerife y diputado nacional, declaró ayer que "los ocho o diez garbanzos negros que hay en el PP de Canarias tienen atemorizada a la militancia y a los cargos públicos honrados". De la Barreda, a quien la cúpula regional y nacional de su partido pide la dimisión, negociará mañana en Madrid su futuro en el PP. "No pienso dimitir", anunció.
Añadió que la agresión a Julia Bango, la abogada de Santa Cruz que investiga un presunto caso de corrupción, no es más que "el zarpazo de un tigre muy peligroso que se siente herido". Él no se siente cadáver político. "¿Por qué?", se pregunta De la Barreda, de 49 años y abogado de profesión. "¿No estoy haciendo acaso lo que recomienda mi presidente, José María Aznar, contra la corrupción?".El todavía máximo responsable del PP en Tenerife niega que exista una "red de corrupción generalizada", pero sí "unos poquitos" que conciben la política como medio de amasar "dinero y poder". "Esto que estoy haciendo yo beneficia al PP", explica, "no estoy loco ni desquiciado; hay que entender que no siempre la ropa sucia puede lavarse en casa, sobre todo si es ropa compartida con otros".
Se refiere De la Barreda a la investigación abierta por su propio partido en Tegueste, al norte de Tenerife, donde el gobierno municipal de Coalición Canaria recalificó unos terrenos en beneficio de un constructor. Las pesquisas sobre el asunto -encargadas por De la Barreda a Julia Bango-originaron una serie de anónimos amenazando de muerte al político y a la abogada.
Uno y otra han denunciado insistentemente la falta de apoyo prestada por el PP, cuyos responsables sólo se dieron por enterados el pasado jueves, después de que la letrada fuera agredida a la puerta de su casa. Ahora luce un collarín y un enorme susto, aunque insiste en que no abandonará su investigación. También ella debe llevar protección policial.
Desde hace seis meses, y ante la actitud pasiva de algunos dirigentes del PP, Julia Bango ha venido recibiendo -por correo y telefónicamente- un sinnúmero de amenazas, que le advertían del peligro que podría correr, ella y también sus hijas, si continuaba con la investigación de la presunta corrupción urbanística en Tegueste.
Tres agresiones
Las amenazas fueron seguidas por tres agresiones, la última el pasado jueves. Alguna de las amenazas dejadas en el buzón de Julia Bango incluían la fotografía de Francisco de la Barreda. De ahí que la policía, en previsión de males mayores, haya decidido escoltarle. Mañana, el diputado acudirá a Madrid con un agente sentado a su lado en el avión."Han estado a punto de matar a Julia", expuso ayer Francisco de la Barreda, "ella y yo tenemos que permanecer escoltados todo el día, hasta mi hija tiene que ir con un policía al lado... ¿De verdad se creen en el PP que esto lo hago para ir en una lista u otra? No tienen otra salida que investigar y llegar hasta el final para que la gente crea en la política, y luego me deberán pedir perdón por llamarme loco o interesado...".
Desde la cúpula del partido se ha venido manteniendo que las denuncias del presidente tinerfeño -y su propuesta de no nombrar un comité electoral hasta que se hayan depurado los posibles casos de corrupción- sólo obedecían a un interés personal por manejar las listas: "Yo sólo quiero que no se elijan candidatos que puedan estar sucios".
Alcalde en problemas
De la Barreda pone de ejemplo una noticia conocida ayer: José Emilio García Gómez, recién designado candidato del PP a la alcaldía de Tenerife, deberá comparecer ante el Tribunal Supremo, que ha admitido a trámite un recurso interpuesto contra la sentencia que le absolvió por derribar un edificio durante su anterior etapa de regidor. García Gómez fue juzgado y absuelto por la Audiencia Provincial de Santa Cruz de los presuntos delitos de falsedad en documento público e inducción a la prevaricación.La crisis que vive el PP en Canarias, agravada por la agresión a Julia Bango, está provocando que algunos militantes se pregunten si la situación no terminará repercutiendo negativamente en la próxima cita electoral. Uno de esos militantes, Miguel Cabrera Suárez, firmó ayer un comunicado en el que compara "el clima al rojo vivo" que se vive en Canarias con "la Mafia de Sicilia o los años 30 de Al Capone".
El presidente del PP tinerfeño acusa al presidente regional, José Miguel Bravo de Laguna, de "no dar la talla" y recuerda que "él mismo se declaró culpable ante un juez por robar un pijama y otros artículos ".
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