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Siete muertos por un homicida que incendia una casa en Londres

Siete miembros de una misma familia, entre ellos dos gemelas de cuatro años y su hermano de dos, murieron ayer calcinados entre las llamas provocadas en su domicilio de Londres. Sólo se salvó el abuelo. La policía encontró una lata de gasolina y habló inmediatamente de un asesinato. "Quienquiera que haya hecho esto es un demonio", decía llorando una vecina. "Al principio creí que estaban discutiendo. Luego oí a los niños llorar. Salté de la cama, miré por la ventana y escuché a una de mis vecinas pidiéndome ayuda. También oía a los niños toser y llorar. Era terrible. Me miraba y no podía hacer nada". Más tarde, los gritos y lloros callaron. Los cadáveres permanecieron todo el día entre los escombros por miedo a un derrumbe.

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