Amsterdam también ofreció regalos al COI
La ciudad de Amsterdam ofreció, en los años ochenta, regalos y servicios de todo tipo a los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) que iban a decidir la sede de los Juegos de 1992, según informó ayer el diario holandés de izquierdas Volkstrant.Según el diario, que tuvo acceso a los informes de la fundación encargada de promover por entonces la candidatura de Amsterdam, los ejecutivos del comité disponían de un fichero en el que estaban cuidadosamente reflejados los gustos y los intereses personales de cada uno de los miembros del COI. El comité contaba con el apoyo de grupos de presión y de varios ministerios, embajadas y grandes empresas holandesas.
Los regalos remitidos a los miembros del COI iban desde lo más sorprendente (quesos) hasta lo más costoso: foulards, acuarelas, grabados, molinos de viento en plata, magnetoscopios y televisores Philips (se distribuyó unos 160 aparatos), piedras preciosas y becas de estudios. Incluso en una carta guardada en los informes, un miembro keniano del COI se extrañaba de no haber recibido un diamante prometido y temía que se lo hubiera quedado el cartero.
La organización de los Juegos de 1992 le fue confiada finalmente a Barcelona.
