Garzón archiva el caso de Santaella y Navarro, pero dice que querían calumniar al Rey

El juez Baltasar Garzón archivó ayer el caso que tramitaba por posibles calumnias al Rey contra el abogado de Mario Conde, Jesús Santaella, el juez Joaquín Navarro y el jefe de investigación del clausurado diario Egin, Pepe Rei.El magistrado archiva las actuaciones -abiertas como consecuencia de un documento encontrado en el ordenador personal del periodista, en el que se resume una comida entre los tres implicados en la que Santaella vertió diversas afirmaciones sobre el Rey- por entender que no existe delito, debido a que el contenido del documento no ha trascendido. El juez, sin embargo, señala que quien facilitó los datos, el abogado Santaella, sí tuvo voluntad de calumniar al monarca.

"Sólo por esa ausencia de difusión, una vez constatada", dice el auto, " ha de sobreseerse y archivarse la causa (...) pero no desde luego por la falta de ánimus injuriandi ya que ese ánimus se percibe en quien facilita los datos".

La resolución judicial señala que la reunión fue privada, pero que a partir del momento en que el resumen pasa al ordenador del jefe de investigación de Egin, el ámbito de la privacidad queda roto y pasa al acervo documental del diario, potencialmente para ser usado y darlo a conocer.

El supuesto no tendría importancia, precisa el juez, si no fuera porque en el documento figuran "afirmaciones denigrantes y de claro menosprecio hacia diferentes personas, e imputaciones con posible trascendencia penal en el ámbito de la calumnia al Jefe del Estado".

El magistrado analiza que el pedir "discreción absoluta" respecto a la información proporcionada por Santaella a Rei, en presencia de Navarro, significa que el primero quería que los datos fueran conocidos y que Rei los difundiera sin decir quién se los había suministrado. Porque de no ser así, no se entendería que la información se hubiera almacenado en el ordenador de Egin.

El documento permanecerá custodiado, y se requerirá a la policía para que destruya la copia que obre en el ordenador.