A Comas siempre le queda Madrid

De aquí a unos días, el consejero de Bienestar Social, Antoni Comas, peregrinará por los barrios populares de Cataluña difundiendo un genérico mandato parlamentario: "El Gobierno de la Generalitat evidenciará y dará a conocer la realidad del déficit fiscal de Cataluña". Comas ha encargado a su director general de Acción Cívica, Josep Lluís Cleries -el responsable de los casals de ancianos-, la confección de una campaña informativa popular sobre la financiación autonómica y el pacto fiscal. En 100 conferencias, el equipo de Comas ocupará entidades y asociaciones de barriada para divulgar el discurso del presidente de la Generalitat y candidato de CiU en las próximas elecciones autonómicas, Jordi Pujol. Esto es, que el Gobierno central suscriba un nuevo pacto fiscal que incremente los recursos económicos de la Generalitat de Cataluña y su autonomía financiera. ¿Qué hace el responsable de la política social del Gobierno autónomo en menesteres más propios de sus colegas de Economía o Presidencia?, se pregunta la oposición. Comas justifica en un comunicado público su actuación aduciendo que no hace más que cumplir varios mandatos del Parlament, de los que destaca la resolución 409/V del 17 de octubre de 1997, que fue aprobada con los votos de CiU, IC, ERC y el Grupo Mixto, la abstención del PSC y los votos en contra del PP. Los otros dos mandatos que cita (la moción 89/V -que no resolución como asegura Comas- de marzo de 1998 y la resolución 679/V de octubre pasado) en ningún momento envían a Comas a recorrer los barrios. Hace más de un año que el Parlament dio luz verde al primer dictamen, pero hasta ahora ningún departamento de la Generalitat había dado el paso. Será Comas quien lo haga, justo cuando está inmerso en una disputa con la oposición por el déficit de geriátricos públicos. A petición del PSC, el Parlament votará en el pleno de la próxima semana la reprobación del consejero de Bienestar Social por la política global del departamento. Asimismo, la moción socialista insta a Comas a restituir el dinero que se gastó en los famosos anuncios que publicó en tres diarios para replicar al Ayuntamiento de Barcelona en su pugna por dirimir la culpabilidad institucional por la falta grave de residencias públicas que hay en la capital catalana. Comas ha recibido el apoyo explícito del consejero de Economía, Artur Mas, quien ha animado públicamente a Bienestar Social a llevar adelante su campaña popular para que este departamento se encargue de arrojar luz sobre el pacto fiscal en los barrios populares. La consejería de Comas todavía no ha querido explicar cuánto dinero costarán las 100 conferencias, aunque sí ha confirmado que comenzarán en breve y que ya hay 60 locales reservados. La primera resolución parlamentaria en la que se escuda el consejero de lo social para realizar la campaña ocupa seis páginas, las cuales detallan la orientación política general que debe seguir el Consell Executiu. El apartado XI está dedicado a Bienestar Social y en él se insta al Gobierno de la Generalitat a adoptar políticas de apoyo a la familia y la natalidad "ante el estancamiento demográfico que hay en Cataluña". Asimismo se piden medidas para mejorar los servicios de atención a la tercera edad. En materia de natalidad, un informe reciente de la Fundación Jaume Bofill criticaba de forma contundente la falta de políticas de apoyo a la familia para que Cataluña deje de tener el índice de fecundidad más bajo de toda Europa: 1,20 hijos por mujer. Respecto a los servicios para la tercera edad, el pulso que Comas mantiene con el Ayuntamiento de Barcelona ha revelado que su departamento ha reducido a un 30% el dinero destinado a la creación de geriátricos. Cataluña ocupa el tercer lugar entre las comunidades autónomas que tienen menos plazas públicas de residencia para ancianos, y 800 personas mayores de 65 años han tenido que emigrar de Barcelona a otras localidades para encontrar cama en un geriátrico público. Los colectivos de jubilados tienen serias dudas sobre las cifras oficiales de las listas de espera, a la vez que califican los baremos de acceso a una residencia pública de exageradamente exigentes. El consejero de Bienestar Social ha mostrado en más de una ocasión un estudio del Departamento de Economía en el que se concluye que por cada 100 pesetas por ciudadano mayor de 65 años que recibe Cataluña, hay comunidades autónomas que obtienen 149. Las comunidades forales (el País Vasco y Navarra) llegan a disfrutar de hasta 270 pesetas, según la Generalitat. Las elecciones autonómicas están muy cerca. Las municipales, a un tiro de piedra. En Barcelona, el voto de la tercera edad y el de las mujeres sumados suponen el 65% del censo electoral. En Cataluña, estos dos colectivos representan el 60% de los votantes. Comas se ampara justo ahora en una resolución aprobada hace un año y medio para explicar el déficit fiscal catalán a asociaciones de vecinos, entidades culturales, jubilados, amas de casa y parados, gente que Comas califica como "personas correctas, que tienen su propio criterio y juicio". La diputada de IC-V Imma Mayol asegura que la resolución que su grupo apoyó no dice en ningún apartado que "Bienestar Social le tenga que hacer el trabajo al Departamento de Economía". "El consejero sólo hace precampaña para CiU", añade la diputada. La actitud de Comas lleva a la oposición a plantear un cuestión: ¿pretende el consejero justificar su falta de inversión en geriátricos y otros servicios asistenciales culpando al Gobierno central de no dar suficiente dinero para estas tareas?