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El sector azulejero cierra el ejercicio con dudas sobre la evolución del negocio por la ralentización económica

La patronal del sector azulejero, Ascer, ha cerrado el ejercicio de 1998 con grandes incógnitas sobre cómo evolucionará el sector en los próximos meses, después de que se haya detectado una desaceleración tanto de las exportaciones como del consumo interno. Según explicó el presidente de Ascer, Fernando Diago, 1998 fue un año atípico. "Hasta el mes de agosto conseguimos superar la incertidumbre que creó la crisis asiática, pero a partir de ese mes los indicadores de tendencias se volvieron negativos y la sobreproducción se acentuó", dijo Diago. La producción se situó en 564 millones de metros cuadrados, un 16% más que el año anterior, mientras que la facturación rondó, según las estimaciones de Ascer, los 470.000 millones de pesetas. Sin embargo, las exportaciones no se comportaron como esperaba el sector, y aumentaron hasta el tercer trimestre -fecha hasta la que se dispone de datos- un 12,56%, cifra muy inferior al 24% alcanzado en 1997. Ascer prevé que a final de año, y siguiendo la tendencia marcada en los últimos meses, la cifra aún se reduzca más, hasta el 7%. Los mercados de mayor potencial son los que han resultado más dañados por las crisis, especialmente el este europeo, la zona asiática y América del sur. En el polo contrario está la buena marcha del mercado norteamericano, que crece en detrimento de Alemania, el principal comprador de azulejos de Europa. Destaca el buen comportamiento del mercado interior, que por primera vez en muchos años crece más que las exportaciones. El consumo de pavimento español ha aumentado, pero también han crecido las importaciones: un 74% en los nueve primeros meses de 1998. Pero el efecto del consumo interior podría desaparecer, ya que según Ascer se han empezado a notar los primeros síntomas de agotamiento de las ventas domésticas. Con este panorama, Diago señaló que 1999 será un año "no fácil". "El sector deberá salvar las adversidades de una menor demanda, un incremento de producción sin destino y una tendencia a la baja de los precios", señaló el presidente de Ascer. Gestión de Cevisama Diago aprovechó la comparecencia ante los medios de comunicación para reclamar la gestión del certamen. "La asociación tiene experiencia en gestionar un evento de esta relevancia, ya que junto a la patronal italiana y la estadounidense se gestiona la feria de Orlando", dijo Diago que, además, recordó que los italianos también son los últimos responsables del certamen de Bolonia, la más importante del mundo en el sector del azulejo. Diago reclamó la gestión para poder imprimir a la organización criterios empresariales y no políticos. "En la actualidad se produce un confrontación entre los intereses de la feria, que quiere vender espacios y servicios, y los de los expositores, cuya finalidad es vender un producto acabado", explicó el presidente de la patronal cerámica. El dirigente de Ascer también puso en la picota la decisión de la feria de mantener el actual emplazamiento. "Feria Valencia sólo puede crecer si se traslada fuera del municipio que la acoge", dijo Diago, que añadió que los cambios que se están produciendo en todo el sector ferial tanto en la gestión como en los recintos están dejando anticuada a la feria valenciana. El patronato de la feria ha optado por mantener el recinto en su actual ubicación y remodelar alguno de los pabellones. Por otra parte, Cevisama registró durante su primera jornada un total de 3.000 visitantes, cifra similar a la de la edición anterior. El número de compradores extranjeros aumentó un 11% respecto a 1997.

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