Los primeros datos anuncian un amplio triunfo de los reformistas en las municipales de Irán
En medio de crecientes críticas por el retraso en procesar los votos de las elecciones municipales del pasado viernes en Irán, ayer proseguían las filtraciones del Ministerio del Interior sobre los resultados. Informaciones recogidas tanto por los medios de comunicación locales como por las agencias de noticias internacionales coincidían en atribuir una amplia victoria a los candidatos del frente pro-Jatamí. Mientras, los datos oficiales seguían estancados en el recuento de Teherán, donde vive una sexta parte de la población y se libra la principal batalla política entre conservadores y reformistas.
"A falta de concluir el recuento de los votos emitidos en Shiraz, Teherán, Orumiye y una cuarta ciudad (sic), hemos contabilizado 19,8 millones de votos", declaró a este diario un portavoz autorizado del Ministerio del Interior, donde se localiza el centro de escrutinio. Esa cifra permite confirmar las proyecciones anteriores de unos 25 millones de votos, o sea, un 60% de participación, por encima de la media habitual en otras elecciones, aunque significativamente por debajo del 87% alcanzado cuando se eligió al reformista Mohamed Jatamí como presidente del Gobierno, en mayo de 1997.Sin embargo, la cifra de votos oficialmente procesados en Teherán, 80.000 ayer por la noche, según la misma fuente, no permite hacer pronósticos fiables. A pesar de todo, la radio oficial aseguraba, citando a funcionarios anónimos, que los reformistas habían logrado 12 de las 15 concejalías con que contará el consejo municipal islámico de la capital. Una cifra que también daban ayer los diarios Etteaat (moderado) y Salam (izquierdista). Incluso el diario conservador Teheran Times daba ayer por hecho su triunfo.
La ambigüedad de los datos oficiales sólo se explica por el complicado sistema de recuento. Tras un primer recuento manual, se introducen los datos en el ordenador haciendo uso del código de cinco cifras atribuido a cada candidato (y que no usaron todos los votantes). Después se vuelve a contar un 5% de las urnas al azar para asegurarse de que no se han cometido errores. Todo parece indicar que las autoridades dan por buenos los datos tras ese recuento de seguridad final. Las proyecciones de la prensa proceden de la primera fase del proceso. De momento, el primer alcalde salido de estas elecciones empezó a trabajar ayer. Amrolá Kayfarí fue reelegido en Jorram Darreh, a 80 kilómetros al oeste de Zanyán. Anoche ya eran públicos los resultados de 27.111 localidades, de las cerca de 38.000 que van a elegir a un total de 115.000 concejales. Otros 75.000 candidatos quedarán como suplentes.
Mientras se decide el final de la batalla electoral, la detención del hoyatoleslam Mohsén Kadivar ocupa los mentideros políticos. "La detención de Kadivar es de hecho, la detención del pensamiento", asegura el ministro iraní de Cultura y Orientación Islámica, Ataolá Mohayeraní, en un artículo publicado el domingo en Ettelaat. La defensa de Kadivar por parte de Mohayeraní, que es además portavoz del Gobierno, responde a algo más que sus lazos familiares (está casado con la hermana de aquél). Su toma de postura refuerza su apoyo a la libertad de expresión, incluso en el contexto del debate respecto a la supremacía del poder religioso sobre el civil. Kadivar fue detenido el pasado sábado acusado de minar el sistema de la República Islámica, insultar al imam Jomeini y al guía espiritual, Alí Jamenei, instigar a la opinión pública y apoyar al clérigo disidente Huseinalí Montazerí, el gran ayatolá, que fuera delfín de Jomeini, y que desde hace un año se encuentra bajo detención domiciliaria por osar a defender la separación entre Iglesia y Estado.
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