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Un ex alto cargo del Consell gana una polémica oposición a catedrático.Selección y reformas aplazadas

El ex director general de Hacienda, Javier Quesada, ha obtenido la plaza de catedrático de Fundamentos del Análisis de la Universidad de Valencia en una oposición polémica, que fue impugnada porque dos de los cinco vocales del tribunal han sido estrechos colaboradores del ex alto cargo del Consell. En la votación, el viernes por la noche, el tribunal resolvió en favor de Quesada "por unanimidad", algo poco frecuente, después de haber otorgado la máxima calificación a los tres aspirantes en liza en los dos ejercicios.

Las profesoras titulares Joaquina Paricio y Amparo Urbano y el ex director general de Hacienda, Javier Quesada, sacaron, sorprendentemente, la máxima calificación en los dos ejercicios de la oposición: obteniendo 5 puntos en cada prueba. Pero sólo uno es el nuevo catedrático de Fundamentos del Análisis de Económico de la Universidad de Valencia: Javier Quesada. Durante la votación del viernes por la noche, los cinco miembros del tribunal, cuando menos de manera inusual, consensuaron y leyeron un texto en el que justifican "la provisión de la plaza" en favor del ex alto cargo del Consell, pese a que en las dos pruebas anteriores -y también de manera infrecuente- habían otorgado la máxima calificación a los tres aspirantes. La participación de Quesada en la citada oposición ha sido polémica desde el principio, llegando incluso a despertar sospechas entre una de las aspirantes -Joaquina Paricio- que, al conocer la estrecha vinculación laboral del ex director de Hacienda con dos de los miembros del tribunal, presentó el pasado 16 de diciembre una recusación en el rectorado, ante la posibilidad de que hubiera una decisión parcial. Días después, el 28 de diciembre, el rectorado optó por "suspender el concurso", hasta que se resolviera " el incidente de la recusación". Un mes después, el rectorado decidió, previa consulta con el Ministerio de Educación, desestimar el recurso presentado por Paricio contra dos de los miembros del tribunal. Recurso desestimado La Universidad argumentó que "no hay relación de servicio" entre Javier Quesada -quien fuera director general de Hacienda y también presidente del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE)- y dos de los cinco miembros del tribunal: Francisco Pérez, director del IVIE, y Antonio Villar, investigador del citado organismo. Sin embargo, el momento en que se produjo el recurso formal contra los dos miembros del tribunal desató una intensa polémica interna y externa sobre los actuales sistemas de provisión de plazas en la universidad española y las altas cotas de gremialismo que priman en los departamentos. El hecho de que el ahora ganador de la plaza dimitiera de su cargo de director general de Hacienda el 22 de septiembre, justo pocos días después de publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 18 de agosto, la elección de Francisco Pérez, como secretario general del tribunal de la oposición, y de Antonio Villar, como vocal, provocó interpretaciones sobre el sentido de la oportunidad de Quesada para optar a la cátedra. Paricio basó su recurso contra ambos miembros del tribunal en el artículo 28 de la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del procedimiento administrativo común que establece como causa de abstención de los miembros de un tribunal el "tener relación de servicio o haberle prestado en los dos últimos años servicios profesionales de cualquier tipoy en cualquier circunstancia o lugar".La recusación contra dos miembros del tribunal presentado el pasado 16 de diciembre por la profesora titular Joaquina Paricio abrió un intenso debate en el seno de la Universidad de Valencia. "Plazas a la medida", "gremialismo" o "endogamia universitaria" forman parte de un debate tan amplio e irresuelto como el que se está produciendo, en general, en la universidad española ante el aplazado cambio de la Ley de Reforma Universitaria. Una ley que sirvió para democratizar la universidad española y que, parece, que ya no sirve. Muestras no faltan, ahí está el artículo de Miguel A. Quintanilla del 9 de febrero en este periódico y las respuestas que ha recibido de profesores no cuestionar la endogamia universitaria. Pero en este caso, también ha jugado un papel importante el sentido de la oportunidad de la presentación del recurso, justo el mismo día de la presentación de la documentación de los aspirantes a la cátedra, y después de que el tribunal haya sido publicado en el BOE. Los plazos agotaban la escasa capacidad de maniobra del rectorado, en este caso, de la Universidad de Valencia para resolver un conflicto, a todas luces generalizado en la universidad española, en favor de uno de los aspirantes. Al presentar el recurso después de constituido y publicado el tribunal, aceptar la impugnación hubiera hecho que la oposición se realizaría con un tribunal de tres miembros. Esto aumentaba considerablemente las posiblidades del impugnante pasando del 20% existente con un tribunal de cinco miembros, a un 33%, en caso de que sólo queden tres. Otra vez, los vacíos del actual sistema.

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