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Al menos cuatro muertos en varios enfrentamientos y un atentado en Kosovo

La guerra se intensifica cada día en Kosovo. Ayer, un policía serbio y un guerrillero del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) murieron, otros cuatro agentes resultaron heridos, en varios enfrentamientos. En Pristina, un atentado contra una cafetería acabó con la vida de dos albaneses. Mientras, unos 2.000 civiles y 200 miembros del ELK conmemoraron ayer en Likosane el primer aniversario de la matanza que supuso el inicio de la guerra que hoy padece Kosovo.

Rambouillet -la población francesa donde comenzaron a dialogar serbios y albanokosovares- está lejos de Kosovo. Física y filosóficamente. La prueba: las nuevas víctimas que se cobró ayer el conflicto. Los guerrilleros del ELK atacaron a una patrulla de policías serbios en el pueblo de Kacanik, suroeste, matando a uno de ellos e hiriendo a otros cuatro. Tras este suceso, "los combates se extendieron, llegando a afectar también a la cercana aldea de Gajare (a cinco kilómetros)", tal y como confirmó un portavoz de la misión de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa). Los combates se producen en una zona situada a 15 kilómetros de la frontera con Macedonia y donde se concentran unos 2.000 alabanokosovares que pretenden cruzar la frontera como refugiados, a pesar de las advertencias de las autoridades serbias para que no lo hagan.La agencia oficial yugoslava, Tanjug, informó ayer de la muerte de un guerrillero en un enfrentameitno cerca de Djakovica. En Pristina, dos albaneses murieron ayer después de que dos desconocidos abrieran fuego contra un céntrico café.

La primera masacre

Likosane marca un hito, porque se considera que fue la matanza que desencadenó la guerra. Así lo expone un combatiente de la guerrilla kosovar que viste el uniforme negro de la Policía Militar del ELK. Este hombre, de 34 años, que trabajó tres en Francfort (Alemania), cuenta que el día en que mataron a sus hermanos tomó el fusil ametrallador y no lo ha soltado desde entonces. "Ojo por ojo y diente por diente", dice.En la cima de una colina desde donde se divisa la casa de la familia Ahmeti, con 10 asesinados en la matanza, al lado de un cementerio improvisado donde yacen los 24 muertos, se celebró ayer la ceremonia conmemorativa del primer aniversario. Asistieron vecinos, estudiantes, un grupo de teatro de Drenica, combatientes del ELK y dos comandantes guerrilleros de esa región, que se ha convertido en el bastión de la resistencia a los serbios. Apenas se abandona la carretera general que une la capital, Pristina, con Pec, la segunda ciudad de Kosovo, una vía lateral conduce a Glogovac, la ciudad donde se acaba la carretera y donde empieza la zona del ELK. Tan sólo 20 kilómetros separan este punto al oeste de Pristina.

Tres días de fuerte sol primaveral han provocado un rápido deshielo. El terreno donde se celebra el acto se ha convertido en un fangal, sobre el que se levanta un estrado presidido por el águila bicéfala del escudo de todos los albaneses. Debajo, un letrero proclama: "¡Viva el Ejército de Liberación de Kosovo!". En el fondo rojo del retablo cuelgan algunos retratos de los muertos de la matanza.En Likosane, las tropas de policía serbias separaron primero a las mujeres y los niños y luego ejecutaron a los hombres.

A un lado del estrado se alinea un grupo de 12 parejas, niño y niña, portando coronas de flores de plástico con los nombres de todos los Ahmeti asesinados. En el frente forman en doble fila los combatientes del ELK, casi todos con fusil AK47. Al comienzo del acto, el comandante Shaban Shala se dirige al público para decir que, si es necesario, el ELK va a continuar la guerra hasta conseguir la independencia. Añadió el comandante: "Hace un año, la represión serbia sobre los pueblos de Drenica ha roto el status quo y ha despertado los foros internacionales. Gracias a Likosane y Prekaz, Kosovo se colocó en la agenda de la comunidad internacional".

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