Serena Williams rompe el idilio entre Mauresmo y el público de París

El idilio se rompió. Amélie Mauresmo siguió recibiendo el apoyo del público en la final del Open Gaz de France, que ayer concluyó en París, pero el título se lo llevó la estadounidense Serena Williams. Fue un final inesperado. La menor de las hermanas Williams, de 17 años, supo sacar partido del cansancio acumulado durante la semana por la tenista francesa, de 19 años, y la venció por 6-2, 3-6, 7-6 (7-4) en 1 hora y 56 minutos. La hermana mayor, Venus, también ganó ayer un torneo, el de Oklahoma, tras derrotar a la surafricana Amanda Coetzer (6-4 y 6-0) en la final."Es mi primer título. Jugué un gran partido y es un gran día para mí. Es fantástico", confesó Serena Williams, que hasta ahora no había pasado de unas semifinales en los pocos torneos del circuito que había disputado. Mauresmo explicó que se había sentido cansada en la parte final del partido como consecuencia del esfuerzo que realizó para eliminar a la número uno del mundo, la suiza Martina Hingis, en cuartos de final, y a la belga Dominique van Roost en las semifinales. Serena Williams, que percibió 11 millones de pesetas, ascenderá hasta el 21º puesto mundial, y Mauresmo ocupará la 18ª plaza.

La familia Williams ya lleva cinco títulos. Venus, la mayor, ganó también el año pasado en Oklahoma, así como en Cayo Vizcaíno y la Copa Grand Slam. Las dos hermanas han alcanzado este año las semifinales de dobles femeninos del Open de Australia. Mauresmo jugó allí la final individual, que perdió ante Hingis.

Por otra parte, el holandés Richard Krajicek ganó ayer su segundo título en Londres, donde ya había conquistado el torneo de Wimbledon en 1996. Krajicek, noveno mundial, venció al británico de origen canadiense Greg Rusedski, décimo, en la final por 7-6 (8-6), 6-7 (5-7), 7-5. El partido fue una larga sucesión de aces y de servicios ganadores. Los puntos apenas se disputaron. La clave del partido estuvo en la rotura de saque que logró Krajicek en el undécimo juego de la tercera manga, gracias a una doble falta final de Rusedski. El holandés cerró el partido con su saque.