Los argelinos acogidos en Melilla rechazan la comida por las últimas expulsiones

Los 350 inmigrantes argelinos acogidos en el campamento de Melilla han decidido rechazar la comida que les sirve Cruz Roja como medida de protesta por las últimas expulsiones a Argelia de algunos compatriotas.En la madrugada de ayer se produjo un altercado entre los guardias jurados que custodian el recinto y los inmigrantes, que acabó con un detenido y dos heridos. Todo comenzó, según la policía, cuando dos residentes comenzaron a protestar porque iban a ser expulsados a su país de origen. Siempre según esta versión, uno de ellos se autolesionó cortándose las venas para evitar ser expulsado, por lo que tuvo que ser urgentemente trasladado al hospital. Sus compañeros sostienen que la lesión se la hizo uno de los guardias, por lo que se dedicaron a lanzarle piedras. La policía desplazó hasta el lugar a una veintena de hombres y detuvo a una persona. En el enfrentamiento, la Policía Nacional empleó pelotas de goma "porque era imposible controlar la agresión y a tantas personas juntas". La revuelta continuó durante toda la madrugada, por lo que se desplazaron al lugar hasta 60 agentes, que al final lograron controlar la situación.

No es la primera vez que sucede un altercado en este centro de acogida. La protestas llegan siempre tras las expulsiones de algún argelino que no reúne las condiciones exigidas por Interior, o tras el traslado de grupos a otros centros de la Península. La última operación de repatriación organizada por la delegación del Gobierno se produjo el 23 de enero, con el traslado de tres argelinos a un centro de internamiento de Alicante, donde permanecieron varios días hasta ser enviados a Argelia, vía Orán.

Los inmigrantes aseguran que mantendrán su protesta, que se traduce en no aceptar los alimentos de la Cruz Roja, "hasta que se garantice que no habrá más expulsiones a Argelia". "Allí corremos el riesgo de ser degollados", aseguró a Efe uno de sus portavoces.